Toluca, Méx. Axel Martínez Gómez, exfutbolista y actual amante del deporte, comparte su experiencia y reflexión sobre lo que fue su carrera en el futbol mexicano, un camino lleno de sacrificios, esfuerzo y frustraciones que lo llevaron a abandonar su sueño de ser profesional. Su historia es la de muchos jóvenes en México que sueñan con llegar a la élite, pero se enfrentan con las duras realidades de un deporte donde, muchas veces, el talento no es suficiente para llegar lejos.
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“Empecé como el 99% de los mexicanos, jugando en la calle, en el barrio”, recuerda Axel, quien desde joven mostró su pasión por el futbol. “Ahí había mucha competencia, no me gustaba ser el que perdía”, agrega.
Su amor por el deporte no solo fue motivado por el deseo de destacar, sino también por una razón personal. “Tengo un hermano tres años menor que nació con una condición que no le permitía hacer deporte, entonces yo buscaba la forma de que viviera como un niño normal”, señala.
Esta motivación lo llevó a probar diversas disciplinas, como natación, taekwondo, hockey, béisbol y por supuesto, fútbol. “La práctica de estas disciplinas me hizo muy competitivo”, asegura.
A los 12 años, entró en una academia de futbol dirigida por Javier Mendoza “El Cañas”, ex jugador del Toluca, y de allí surgieron nuevas oportunidades. Axel fue seleccionado para jugar con la selección de Toluca y participó en competiciones internacionales, lo que consolidó su sueño de convertirse en futbolista profesional.
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Sin embargo, la vida de un joven en busca de su sueño es muy distinta a la que vive un jugador en un equipo profesional. Axel recuerda con claridad el cambio de mentalidad que experimentó al ingresar a las divisiones menores del Toluca y más tarde, en equipos como Necaxa y América. “Cuando tienes claro lo que quieres ser, te enfocas. Mi juventud fue muy diferente a la de mis amigos. Me iba a la escuela, entrenaba y luego volvía a hacer tarea”, afirma.
Pero el sueño de convertirse en profesional se fue desmoronando al ver cómo el dinero juega un papel crucial en el fútbol mexicano. “El deporte se mueve con el dinero”, asegura Axel, quien decidió dar un paso al costado cuando se dio cuenta de que, en muchas ocasiones, el talento no era suficiente para alcanzar la cima.
Creo que el talento en el fútbol mexicano se queda en la segunda división. Siempre hay respeto entre los jugadores, pero ahí se queda porque no hay apoyo económico”.
Axel Martínez Gómez
Axel también cuenta que conoció a jugadores talentosos que no lograron salir adelante por la falta de apoyo y recursos. “Tenía un amigo de Ixtlahuaca que era el mejor jugador que he conocido, pero no tenía dinero para entrenar. Su familia se unió para ayudarlo, pero al final lo que realmente marcaba la diferencia era el apoyo y las recomendaciones”, reflexiona.
Para Axel, la historia del futbol mexicano está llena de talento sin explotar. “La mayoría llega no porque es el más talentoso, sino el más constante. Si me preguntas quién es mejor entre Cristiano Ronaldo o Messi, uno nació con el talento natural y el otro con una constancia impresionante”, comenta.
A través de su propia experiencia, Axel sostiene que el sistema favorece a aquellos que, aunque no necesariamente tengan el mayor talento, logran llegar por la constancia y las oportunidades que se les presentan.
Uno de los recuerdos más vívidos para Axel es la historia de José Saturnino Cardozo, quien llegó a Toluca en 1996 en medio de una crisis. “Cardozo estaba lastimado, la directiva lo iba a vender porque no funcionaba, pero lo aguantaron. Al año siguiente fue campeón y se convirtió en una leyenda del fútbol”, recuerda.
Para Axel, esa historia es un ejemplo de la sencillez con la que algunos logran llegar a la cima en el futbol mexicano porque el Saturnino siempre fue una persona sencilla y amable con aquellos jugadores que no tenían dinero para comprar su uniforme y él se los regalaba.
Hoy, aunque ya no persigue su sueño de ser profesional, Axel sigue amando el futbol, pero con una perspectiva más realista. “Ahora me gusta practicarlo, pero sé que no es fácil”, concluye. Su historia es un reflejo de la realidad de muchos jóvenes futbolistas en México que, a pesar de su talento y esfuerzo, se ven limitados por factores fuera de su control, como la falta de recursos y apoyo.
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