Toluca, Méx. Un grupo de que forman parte del equipo “”, trabaja incansablemente para demostrar que no existen barreras imposibles y sueñan con jugar en el emblemático casa de los .

Entre ellos se destaca Diego Alcántara, originario de Temoaya, quien combina su amor por el fútbol con la carrera de psicología, formación académica que está a punto de finalizar. Diego relató cómo ha vencido numerosos desafíos desde su infancia.

Si no hubiera recibido terapias y el apoyo en el Hospital del Niño y el CREE (DIF), probablemente no caminaría hoy. Gracias a mis padres y a mí, estoy aquí, a veces me sorprende lo lejos que he llegado”, dijo.


Diego Alcántara combina su amor por el fútbol con la carrera de psicología. Foto: Arturo Hernández / El Universal Edomex.
Diego Alcántara combina su amor por el fútbol con la carrera de psicología. Foto: Arturo Hernández / El Universal Edomex.

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A pesar de haber enfrentado rechazo y discriminación en su niñez, el futbol se convirtió en su vía de fortalecimiento físico y emocional.

Mis compañeros de psicología me han brindado mucho apoyo, y eso me impulsa a continuar. Practicar fútbol no solo me ha mejorado físicamente, sino también en lo emocional”, comentó.


El jugador también reconoce el papel fundamental de su familia en su trayectoria, y reflexiona sobre las dificultades que viven los padres de hijos con discapacidad.

A menudo los padres limitan a sus hijos por miedo, pero les digo que no lo hagan. Nosotros, los jóvenes con discapacidad, podemos alcanzar nuestras metas si nos apoyan y confían en nosotros”, destacó.


Diego agradeció a quienes lo introdujeron al fútbol adaptado, como su prima Alejandra, quien lo invitó a unirse a su primer equipo en Temoaya, así como a sus entrenadores.

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Ellos me enseñaron que no hay límites, y por ellos estoy aquí, soñando en grande”.


El equipo Gladiadores Espaciales tiene miembros de todas las edades. Foto: Arturo Hernández / El Universal Edomex
El equipo Gladiadores Espaciales tiene miembros de todas las edades. Foto: Arturo Hernández / El Universal Edomex

Aunque enfrentan condiciones difíciles, entrenan con la misma exigencia que cualquier otro equipo. “Nuestro entrenamiento es igual de riguroso que el de cualquier jugador convencional, pero lo hacemos con dedicación, amor y disciplina. Queremos demostrar que no hay límites cuando hay esfuerzo y pasión”, afirmó Diego.

Finalmente, Diego compartió un mensaje para otros jóvenes con discapacidad y sus familias: “Tengan sueños grandes y luchen por ellos. La discapacidad no define lo que somos ni lo que podemos lograr”, dijo.

Con esfuerzo, apoyo familiar y confianza en uno mismo, todo es posible. El fútbol nos ha enseñado que no importa de dónde venimos, sino hacia dónde queremos llegar”, finalizó.


Este grupo de futbolistas no solo busca superar sus propios retos, sino también inspirar a otros a alcanzar sus metas, sin importar sus capacidades. Por ahora, su mirada está puesta en el Nemesio Diez, un símbolo de grandeza al que esperan llegar con el mismo esfuerzo y perseverancia que los ha impulsado hasta este momento.

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