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Toluca, Méx. A sus 31 años, León Felipe Ruiz, especialista en odontología, ha encontrado en el deporte extremo del paracaidismo adrenalina y control mental. León inició en el paracaidismo a los 29 años, en Skydive Tequesquitengo, donde realizó el curso AFF (Accelerated Free Fall), el cual consta de siete saltos.
“El primer salto lo haces con un instructor, pero en el segundo prácticamente vas solo, es un curso teórico y práctico que te prepara para experimentar la caída libre”, explicó.
Una vez terminado el curso básico impartido por ésta y otras empresas de paracaidismo, existe la opción de especializarse en distintos saltos.
“Puedes entrenarte en diferentes áreas, como free fly (caída vertical) o wingsuit (traje de ardilla). Este tipo de salto utiliza un traje especialmente diseñado con “alas” entre los brazos y las piernas, lo que permite al paracaidista planear en el aire, en lugar de caer directamente en línea recta.
También está el salto base, o incluso el ser camarógrafo aéreo. De igual forma está la opción de los tándems, que son los instructores que saltan con turistas”, comentó León Ruiz.
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Señaló que cada especialidad requiere experiencia, por ejemplo, “para llevar una cámara como una GoPro o Insta360 necesitas al menos 100 saltos y más experiencia”.
El paracaidismo exige una combinación de concentración mental y control físico. “Es un deporte que genera cierto miedo, pero es muy completo porque involucra desde preparar tu equipo hasta el aterrizaje, que es la parte más peligrosa”, explicó León.
León comentó que en cada salto los paracaidistas experimentan una caída libre a velocidades de hasta 250 km/h durante unos 40 segundos, seguido de un descenso en el paracaídas, que suele durar un minuto. Los saltos suelen realizarse desde una altura de 17 mil pies sobre el nivel del mar, dado que a 21 mil pies ya se requiere el uso de tanques de oxígeno. El paracaidismo no es un deporte barato. León compartió que rentar el equipo cuesta alrededor de 30 mil pesos.
En el caso de comprarlo, el costo puede llegar a los 200 mil pesos, entre el paracaídas, más 10 mil por el casco y 10 mil por el altímetro. “Además, los costos incluyen la renta y doblado del equipo, así como el pago de servicios relacionados, como los pilotos y la logística de los vuelos”, explicó León.
Para practicar de manera profesional, es necesario obtener una licencia de la Asociación Americana de Paracaidismo, cuyo costo es de 400 dólares, lo que equivale a más de 8 mil pesos. En México, las zonas de salto son limitadas, pero existen lugares como Tequesquitengo, Cuautla y algunos campamentos que ofrecen oportunidades de entrenamiento. León también mencionó que, en el extranjero, en lugares como Dubái, San Diego y Egipto se encuentran algunos de los sitios más destacados para practicar este deporte.
“En Estados Unidos incluso hay tubos de viento para entrenar, lo cual facilita mucho el aprendizaje de las técnicas de caída libre”, refirió el paracaidista.
El paracaidismo permite lanzarse desde diferentes transportes aéreos, como aviones tipo Caravan o helicópteros, aunque este último es más peligroso por la menor altura a la que suelen ascender. También se puede saltar desde globos aerostáticos; en cada caso el paracaidista debe calcular su zona de aterrizaje conforme a las corrientes de aire.
Las competencias más importantes suelen realizarse en Estados Unidos, aquí en México lo que se organizan son campamentos, donde tienes la oportunidad de saltar con más personas".
León Felipe Ruiz
Para él, el paracaidismo conlleva muchas técnicas, no solo es saltar.
“Cada salto es único, involucra preparación, técnica y un respeto absoluto por la naturaleza y el equipo. Es una experiencia que desafía tus límites y te enseña a mantener el control incluso en las situaciones más extremas.”
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