Atlacomulco, Méx.- Santiago Acutzilapan, una comunidad del Estado de México conocida por su intensa actividad comercial en el norte de la entidad, se transforma cada año en un centro de atracción para quienes buscan adornos navideños.
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En este corredor comercial, que cuenta con más de 500 comerciantes, los visitantes encuentran una amplia variedad de productos para adornar sus hogares en esta temporada decembrina, desde árboles sintéticos hasta decoraciones de esferas, luces, y muñecos tradicionales elaborados a mano y coronas.
Para este año, los precios de los árboles de Navidad sintéticos oscilan entre los 100 y los 5 mil pesos, en función de su tamaño y calidad. Las esferas, disponibles en múltiples formas, colores y tamaños, se encuentran entre los 110 y los 580 pesos, de acuerdo con el volumen y características del set.
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Las series de luces, un elemento clave para el ambiente navideño, varían de los 150 a los 280 pesos. Armar un árbol de Navidad de 1 metro con 20 centímetros, calculando árbol, luces y adornos básicos, representará un gasto de entre 2 mil y 2 mil 500 pesos para las familias mexiquenses, y el presupuesto podría subir considerablemente con la inclusión de otros adornos y detalles.
Sin embargo, este lugar no solo es una oportunidad para adquirir productos decorativos; también representa una plataforma para los artesanos locales que buscan mantener viva la tradición de los artículos navideños hechos a mano.
José Luis Mondragón, originario de Santiago Acutzilapan y productor de coronas y campanas en la comunidad de Palma, señaló el reto al que se enfrentan con la llegada masiva de productos asiáticos que se adaptan rápidamente a las demandas de diseño, color y tecnología que buscan algunos consumidores.
A pesar de que los productos chinos vienen con diseños más modernos y colores llamativos, además de funciones como luces LED, nosotros continuamos elaborando nuestras coronas y campanas de la forma tradicional. Aunque ya no tienen la misma demanda de antes, no queremos que desaparezcan de los hogares
comenta Mondragón.
Para él, su trabajo refleja un esfuerzo constante por preservar las tradiciones mexicanas y ofrecer a los compradores una alternativa artesanal, cargada de simbolismo y calidad.
La competencia con los productos importados de China es notable, especialmente en términos de precio y disponibilidad. Sin embargo, la comunidad de Palma continúa produciendo con dedicación estos adornos navideños únicos, manteniendo viva una tradición que, aunque menos solicitada, aún encuentra espacio en los hogares de quienes valoran lo hecho a mano y buscan apoyar a los productores locales.
La gente mayor, que usa cosas más convencionales es lo que viene a comprarnos todavía, porque pues sabemos que tal vez en algunos años pues estas coronas ya ni siquiera están vigentes, porque a las generaciones jóvenes no les gustan, ellos buscan luces, los muñecos de las películas, o algún personaje, como Santa Claus, los osos, los pingüinos
dijo.
A medida que miles de familias visitan Santiago Acutzilapan, el contraste entre los productos tradicionales y los modernos se hace evidente, brindando la posibilidad de elegir entre la nostalgia y el toque artesanal de las creaciones mexicanas, o las innovaciones de bajo costo de origen asiático.
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