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Atlacomulco, Méx. Campesinos del Estado de México han convocado una reunión con la gobernadora Delfina Gómez Álvarez, buscando su intervención directa ante el gobierno federal debido a la reducción del precio de garantía del maíz, que ha pasado de 7 mil 75 a 6 mil pesos por tonelada.
Esta disminución, anunciada por la Secretaría de Agricultura y SEGALMEX, afecta gravemente a más de 50 mil productores, quienes reportan pérdidas económicas de más del 20 por ciento, una crisis moral dentro del sector agrícola.
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Ricardo Cruz, integrante de la comunidad campesina y originario de la localidad de Mavoro, señaló que esta medida no solo es injusta, sino también autoritaria, ya que no refleja el esfuerzo invertido por los productores durante un ciclo agrícola que enfrentó adversidades climáticas, inflación y altos costos de insumos.
El precio de garantía no es solo una cifra; es el sustento de miles de familias. Esta reducción no solo nos afecta económicamente, sino también en lo moral. Ver que el trabajo de todo un año no es valorado deja a los campesinos con el ánimo por los suelos
Ricardo Cruz, integrante de la comunidad campesina
Los campesinos han entregado un pliego petitorio a la secretaría General de Gobierno, solicitando que el gobierno estatal asuma el costo adicional para alcanzar un precio de $7 mil 500 por tonelada. Este ajuste, argumentan, no solo compensaría las pérdidas actuales, sino que también garantizaría la continuidad de la actividad agrícola en el Estado de México.
La comunidad campesina subraya que aún hay tiempo para realizar este ajuste, ya que las ventanillas de comercialización se abrirán en enero y febrero de 2025, cuando los productores comiencen a vender su cosecha.
El precio que buscan imponer no considera el trabajo, los gastos ni las adversidades que enfrentamos. Es necesario que la gobernadora Delfina Gómez sea nuestra voz y defienda al campo mexiquense
Ricardo Cruz, integrante de la comunidad campesina
El programa de Precios de Garantía, implementado en 2019, se había convertido en un pilar para el desarrollo del campo mexicano, ajustándose al alza con cada ciclo productivo para responder al aumento en los costos de producción.
Sin embargo, este año, la reducción del 16% no solo afecta los ingresos de los campesinos, sino que también desestabiliza los precios en el mercado. Coyotes y acopios locales ya están ofreciendo precios inferiores a 5 mil por tonelada, agravando aún más la situación. Los campesinos han expresado su frustración y temor por el futuro de esta actividad esencial.
Si no se reconsidera esta decisión, muchos compañeros se verán obligados a abandonar el campo. Esto no solo perjudica a nuestras familias, sino a toda la sociedad que depende de nuestra producción
Ricardo Cruz, integrante de la comunidad campesina
La reunión con la gobernadora Delfina Gómez es vista como una oportunidad clave para buscar soluciones y garantizar un precio justo que permita la recuperación y sostenibilidad del sector agrícola en el Estado de México, se prevé que en próximos días se reúnan.
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