Atlacomulco, Méx. En el corazón de la comunidad de San Juan de los Jarros, un grupo de mujeres decididas ha encontrado en el arte de la creación de bolsas de rafia no solo una fuente de ingresos, sino también un camino hacia la autosuficiencia y la construcción de un futuro mejor.
Con el uso de materiales reciclados y ya procesados, en el proyecto denominado “San Juan Maquilando el Futuro” estas emprendedoras han establecido una pequeña fábrica donde, con creatividad y esfuerzo, producen bolsas decorativas y de uso diario. Su proyecto no solo ha dado empleo a cinco mujeres, sino que ha sido un espacio de apoyo y desarrollo, especialmente para mujeres que asumen la responsabilidad total de la crianza de sus hijos e hijas y que necesitan una fuente de ingresos estable y flexible.
La idea nació de la necesidad y del deseo de transformar la situación de muchas mujeres de la comunidad que, al enfrentar retos personales y económicos, carecían de opciones para mantenerse a sí mismas y a sus familias. A través de talleres y capacitaciones, las integrantes del grupo han aprendido a trabajar con rafia, un material resistente y versátil que permite crear diseños únicos y atractivos para el día a día.
Esta iniciativa surge de una responsabilidad social a través de PolyRafia con la finalidad de darle trabajo a las mujeres. Ya llevamos dos años trabajando en este proyecto, que aterriza en esta comunidad y lo más importante, empleamos a mamás, somos mujeres de aquí y somos madres solteras y buscamos darles trabajo a mujeres de otras comunidades aledañas
Gloria González Hernández, representante de la cooperativa de San Juan de los Jarros
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La colección incluye desde bolsas para el mercado hasta opciones decorativas, todas hechas a mano y con una gran dedicación, además de que han sido intervenidas con tejidos artesanales, hechos por los mismos tejedores de la región. Artesanos que, ante la falta de ventas, buscan volver a ubicar sus diseños en el mercado.
“San Juan Maquillando el Futuro” ha sido impulsado con el objetivo de brindarles a estas mujeres las herramientas para aprender una habilidad que les permita generar sus propios ingresos. La fabricación de bolsas se ha convertido en un símbolo de empoderamiento, y el grupo busca que más mujeres de la comunidad puedan unirse y desarrollar su talento.
La venta de estas bolsas, tanto a nivel local como en mercados cercanos, les ha permitido mantener el proyecto, pues desde la iniciativa privada, esta empresa industrial ubicada en Atlacomulco ha caminado a estas mujeres para llegar a conformar una empresa, que de trabajo a decenas de mujeres.
Es una oportunidad para nosotras, no solo de ganarnos la vida, sino de hacerlo juntas y apoyarnos mutuamente, ahora, la empresa nunca nos ha soltado, nos ha ayudado con las instalaciones de luz, la maquinaria y la logística, además de qué nos entregan la materia prima, ya procesada y lo que ahora buscamos es desde nuestras creaciones, poder crecer y emplear a más mujeres
Gloria González
No solo ha traído una fuente de empleo, sino que se ha convertido en un espacio de solidaridad y crecimiento. El proyecto continúa buscando nuevas formas de mejorar y expandirse, con la esperanza de que cada bolsa de rafia sea un recordatorio de que el cambio es posible, especialmente cuando es impulsado por la unión y la voluntad de quienes buscan transformar sus vidas y las de sus familias.
Estamos en busca de más mujeres que quieran sumarse al proyecto, actualmente, buscamos ya conformarnos como una empresa, que, si ha habido muchos desafíos, pero aquí seguimos y tenemos la facilidad de estar aquí. Ojalá la gente a acerque y también vea el trabajo que se hace y lo consuman
Gloria González
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