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Toluca, Méx. La reciente alza en el precio del limón ha encendido las alertas entre comerciantes y consumidores del Estado de México.
La variación en el costo de este cítrico es atribuido a extorsiones en campos limoneros del municipio de Apatzingán, Michoacán, así como a factores climáticos y costos de traslado, ha generado incertidumbre en los mercados mexiquenses.
En las últimas semanas, el precio del limón ha experimentado un incremento de hasta el 100%, alcanzando valores que oscilan entre los 20 y 40 pesos por kilo, ello depende de su calidad.
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Alfredo Martínez Rendón, comerciante del Mercado 16 de septiembre en Toluca, señaló que esta alza ha complicado la venta del producto, ya que los clientes han reducido sus compras considerablemente.
El encarecimiento del limón no solo se debe a la crisis de seguridad en Michoacán. También influyen otros factores, como los cambios climáticos en las zonas productoras, las sequías registradas el año pasado y el incremento en los costos de transporte, especialmente para los envíos provenientes de estados como Veracruz.
Martínez Rendón explicó que, debido a estas condiciones, los intermediarios y distribuidores han elevado sus precios, lo que repercute directamente en los mercados locales y en los bolsillos de los consumidores finales.
La subida en el precio del limón ha afectado no solo a los comerciantes, sino también a los negocios de comida, donde este producto es un insumo esencial. Oscar Piña, dueño de una taquería en el mismo mercado, reconoció que la situación lo ha obligado a tomar medidas para reducir costos.
El limón es básico para los tacos, pero hemos tenido que racionar. Ahora lo partimos en cuatro y controlamos la cantidad que ofrecemos a los clientes”, explicó Piña. Además, mencionó que dejar los limones expuestos al calor genera más pérdidas por deshidratación, lo que agrava aún más el problema.
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Por su parte, las amas de casa y consumidores habituales han tenido que ajustar sus compras. Antes adquirían tres o cuatro kilos, pero ahora se limitan a medio kilo o incluso solo un cuarto de kilo, dependiendo del precio.
A pesar de que el limón es un producto indispensable en la gastronomía mexicana, la incertidumbre sobre su precio persiste. Comerciantes y consumidores han expresado su preocupación y han solicitado a las autoridades una mayor atención a la situación de los productores, pues las afectaciones en el campo repercuten en toda la cadena de distribución.
La gente ya no compra igual, y si sigue subiendo el precio, va a estar peor. Las autoridades deberían poner más atención a los productores porque al final quienes más sufrimos somos los consumidores”, concluyó Martínez Rendón.
La tendencia en el precio del limón sigue sin definirse, y tanto comerciantes como clientes esperan que en las próximas semanas haya estabilidad en el mercado para evitar mayores afectaciones económicas.
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