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Luvianos, Méx. La falta de ingresos económicos y las extorsiones por parte del crimen organizado han obligado a cientos de habitantes de los municipios de Luvianos, Tejupilco, Amatepec, Tlatlaya y Zacazonapan a migrar a Estados Unidos en busca del sueño americano y para generar ingresos para sus familias.
Sin embargo, aquellos que llevan más de 10 años en el país del norte ahora viven con miedo e incertidumbre debido a las nuevas medidas implementadas por la administración de Donald Trump. No saben en qué momento podrían ser obligados a regresar a la zona sur, de donde tuvieron que salir pagando 40 mil pesos a integrantes de la Familia Michoacana.
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"Pues mire, yo le voy a platicar de mi sobrino, se llama Pedro, está en California y apenas cumplió 10 años allá. En los últimos días nos ha dicho que está preocupado, salen con miedo a sus trabajos porque no saben en qué momento los puede agarrar la migra", detalla el señor Cirilo, vecino de Luvianos.
Luvianos es uno de los municipios del sur mexiquense con mayor número de migrantes radicados en diversas entidades de los Estados Unidos, por lo que resultarían afectados por las redadas autorizadas en la administración que comenzó el pasado 20 de enero.
Pues hasta el momento no hay cómo decirle, tanta patrulla en las calles de allá. Entonces, pues salen a la prisa a sus trabajos y regresan rápidamente. Nada de andar paseando en la calle, solo a dormir y al otro día salen a trabajar, y así están, hasta que aguanten".
Cirilo, vecino de Luvianos
Muchos de los mexiquenses que están en Estados Unidos aún tienen deudas superiores a los 200 mil pesos en su lugar de origen, ya que pidieron prestado para llegar al país vecino.
"No pues andan todos preocupados, más los que apenas llevan dos o tres años, porque apenas encontraron trabajo en los campos, lavando platos, y no están ganando mucho. Se imaginan que los manden para acá, luego ni de dónde sacar para pagar tanto dinero. Van a correr riesgo, porque si les vuelven a dar trabajo en el campo y se presentan los malos, seguro les van a pedir dinero ahora por regresar. Es un problema en todos lados, trabajamos para otros y no para uno", dice Cirilo con voz entrecortada.
Con tristeza, Cirilo relata que los buenos tiempos, cuando el campo dejaba lo suficiente para dar de comer a la familia y cuando el sur era seguro, terminaron hace mucho.
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"Esos tiempos se extrañan, donde uno trabajaba en el campo, pero sabía que luego traía el fajo de billetes por la venta, tal vez del maíz, del haba o de lo que se cosechaba. Ni se quejaba, pero ahora darles dinero a los mafiosos es lo que hace que los jóvenes corran principalmente hacia el otro lado", añade.
Actualmente, quienes se mantienen alerta son los mexiquenses que trabajan en los campos de papa, lechuga, fresas y jitomate, ya que en cualquier momento podría llegar la "migra" por ellos.
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