Toluca, Méx. - Cecilio Sánchez Fierro, alfarero con más de 30 años de experiencia elabora una gran variedad de figuras de barro pigmentado con dimensiones de 27 centímetros a 2 metros de alto y para estas fechas elaborará Vírgenes de Guadalupe.
Hay consumidores que piden vírgenes de 10 centímetros, pero también nos pidieron una con 2 metros de alto para una finca
comenta.
Este artesano, es la cuarta generación de su familia que se dedica al trabajo del barro pigmentado, una combinación de pigmento y barro para mostrar en cada pieza un color natural como el árbol de la vida, catrinas, imágenes religiosas, sirenas entre otras.
Su vocación artesanal, lo ha llevado a elaborar artesanías representando al Estado de México en Alemania, Argentina, Colombia, Cuba entre otros.
Uno de los retos a los que se enfrentan los artesanos es la comercialización de réplicas de importación basadas en imágenes de revistas o en internet, cuando lo más importante es basarse en la imaginación que tienen los artesanos
explicó el artesano.
La técnica de este artesano surgió por su padre, por ello llevan 18 años realizando estas figuras pigmentadas, pues anteriormente eran policromados para decorar con pintura dorada y después con vinílicas color ocre y pastel.
Hemos tenido esa evolución, el sello de los artesanos es la técnica del color, por lo que actualmente ya la conocen muchos artesanos de diferentes entidades del país, debido a que nosotros somos los iniciadores del barro pigmentado y ahora tenemos el registro de la marca
aseguró Sánchez Fierro.
Actualmente, el artesano realiza figuras con barro policromado para una empresa de la India, pues al ver sus piezas, les comentaron que el color natural del barro es combinable para todos los colores, por lo que sus piezas continúan teniendo presencia en otros países.
Entre los retos a los que se enfrentan los alfareros está la escasez de barro, pues el poblado de la Magdalena Ocotlán era principal productor de tabique y con ello de barro; ahora, los artesanos lo traen de Santa María Nativitas en Calimaya y de Ixtapan de la Sal.
“El barro cada vez es menos”, comenta, por ello se ocupa el 50 por ciento de barro de Metepec y para los detalles se utiliza barro de Ixtapan de la Sal para continuar con la actividad artesanal; además, otro de los retos a los que se enfrenta como artesano es a la comercialización de réplicas de importación.
Ante este panorama, se han innovado para mantenerse en el mercado artesanal, pero sobre todo sosteniendo la actividad que le enseñaron sus ancestros.
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