Toluca, Méx. Radicada en San Andrés Cuexcontitlán, Adriana de Jesús Contreras es una inusual artesana, originaria de Zitácuaro, Michoacán. Desde hace 25 años elabora diferentes elementos utilitarios como fruteros, tortilleros, portacubiertos y hasta bisutería, a partir de las hojas de pino.
Esta técnica de tejido es tradicional en la región boscosa de Michoacán y el occidente del Estado de México, por lo que salta a la vista encontrar este tipo de productos en la capital mexiquense.
Contreras mantiene la autenticidad de sus productos al encargarse personalmente de cada uno de los pasos del proceso de elaboración, desde ir al monte al juntar las hojas de pino, lavarlas y hervirlas; esto último, con la finalidad de que el material sea flexible.
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Una vez tratadas las hojas de pino, la capacidad de maleabilidad del material permite un sinfín de posibilidades creativas, lo que incluso le permite realizar figuras bajo pedido.
Para el tejido de las fibras, emplea patrones para dar forma a sus creaciones, como trenzados, geométricos o intercalados. Sin embargo, confiesa que en su proceso creativo, el resultado es inesperado.
Comienzo con una idea, pero luego conforme lo voy tejiendo, va agarrando la forma de otra cosa”.
Adriana de Jesús Contreras, artesana.
Sin embargo, el proceso no es sencillo, por lo que ha compartido su técnica con su familia y actualmente sus hijos y su marido le ayudan cuando tienen pedidos grandes o difíciles, sin embargo, ella es la principal productora y vendedora de su negocio.
“Dependiendo del tamaño y el diseño, me puedo tardar entre un día y un mes en una pieza”, comentó Contreras sobre la complejidad de su arte.
Los productos de Adriana Contreras son únicos, no sólo por los diseños, sino porque aprovechan los residuos de las más de 800 variedades de pino en las diversas zonas del Estado de México, recolectando hojas en los bosques del área de Temoaya, así en parques públicos como el Bicentenario Metropolitano de Toluca o la Alameda 2000.
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Adriana es ejemplo de una mujer emprendedora que utiliza su creatividad e ingenio para elaborar piezas tradicionales y únicas con elementos naturales residuales que, a la vez, representan un ingreso importante para su familia.
La artesana vende sus piezas en la Plaza Carlos Gómez, junto a la Alameda, de martes a domingo, y los lunes en la Concha Acústica de los Portales en Toluca.
Con información de Jorge Alvarado
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