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Toluca, Méx. La doble jornada laboral afecta a muchas mujeres en México, al combinar el trabajo remunerado con el cuidado del hogar y sus familias.
María Guadalupe Castro Zaragoza, fundadora para la Inclusión y Desarrollo de Personas con Discapacidad (FINDEDIS), detalló que las mujeres de nuestro país enfrentan desigualdades y retos sobre todo para aquellas que cuidan a familiares con algún tipo de discapacidad o que padecen alguna enfermedad crónica degenerativa.
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“La doble jornada laboral afecta el crecimiento personal, académico y emocional para las mujeres, es tiempo de garantizar el derecho al empleo y al cuidado de niñas, niños y adolescentes con servicios y licencias para hombres y mujeres”, afirmó Castro Zaragoza.
Destacó la importancia de visibilizar a las mujeres cuidadoras que ejercen una doble jornada laboral y también para el caso de madres de familia, lactantes o con permiso por maternidad o por cuidar a un hijo, hija o familiar con discapacidad.
La fundadora para la Inclusión y Desarrollo de Personas con Discapacidad (FINDEDIS) sostuvo que en nuestro país faltan políticas públicas para las desigualdades de las mujeres que tienen una carga desproporcionada de trabajo y cuidado del hogar.
“Se estima que el 50 por ciento de las mujeres en México realizan una doble jornada laboral, mientras que el trabajo no remunerado en el hogar representa el 23.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB)”, enfatizó.
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Añadió que, en nuestro país, las mujeres realizan más carga de trabajo en el hogar que los hombres, esto a pesar de que ellas han logrado posicionarse en el mercado laboral, pues de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el segundo trimestre de 2024, la población económicamente activa de Estado de México fue de 8.44 personas, es decir, la fuerza labor alcanzó las 8.16M personas equivalentes al 40.4 por ciento mujeres y 59.6 por ciento hombres.
Castro Zaragoza enfatizó que aún no se considera el derecho al cuidado ante la doble o triple carga de trabajo con el que las mujeres sostienen el hogar y a la sociedad, que aunado a ello se enfrentan a condiciones precarias.
Apuntó que las personas que están al frente del cuidado del hogar y la familia se enfrentan a ciertos desafíos como a la estigmatización que por ser mujeres son las que tienen desempeñar las labores domésticas sin ser remunerado, sin descanso y sin ser interrumpidas a la par de la jornada laboral.
Precisó que la pandemia del COVID-19 demostró que las mujeres realizan doble o triple jornada remunerada y en casa la no remunerada, lo cual se considera como erróneo, además del cuidado de familiares con mayor vulnerabilidad a enfermar, lo cual frenó su desarrollo.
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