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Toluca, Méx. La magistrada Virginia Dávila Limón dedicó 43 años al Poder Judicial del Estado de México, institución que admira, quiere y considera su hogar. Su trayectoria, experiencia y aprendizaje la convirtieron en una figura destacada, reconocida por sus pares y por la sociedad, lo que le valió la Presea al Mérito.
Este premio le representa un gran honor, pues simboliza el reconocimiento de una institución que ama y respeta, donde creció tanto personal como profesionalmente. Los diversos cargos que ocupó quedarán para siempre en la historia del Poder Judicial.
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Es increíble, hermoso y significativo, ahora formo parte de la historia del Poder Judicial. Le agradezco a todos, a mi familia, realmente me casé con el Poder Judicial. Aquí entregué mi vida. Imagínate lo que significa este premio.
Agregó que tuvo la fortuna de desarrollar una carrera completa, con aprendizaje y crecimiento. Para ella, el PJEM representa un lugar de paz que lleva en su corazón, aunque su camino continúe por otros senderos. Actualmente, sigue estudiando.
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Creo que la trayectoria que Dios me ha permitido construir fue muy completa. Incluso en mi retiro, fui maestra en la Escuela Judicial hasta 2018. Me invitaron al voluntariado y ahí seguí. Ahora estoy en un diplomado de arte medieval. Tenemos que seguir aprendiendo.
Finalmente, celebró el Bicentenario del Poder Judicial del Estado de México, un hito simbólico de lo que representa esta institución. "En lo personal, es mi casa. Llego aquí y les juro que me siento llena de energía", concluyó.
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