Toluca, Méx. Negación, miedo a la discriminación y hasta depresión son algunas de las condiciones que pueden experimentar los padres de familia cuando alguno de sus hijos es diagnosticado con espectro autista; condición que puede ser tratada mediante terapia.
Ana Sofía López Sandoval, responsable del servicio de terapia ocupacional de la Clínica Multidisciplinaria de Salud de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex) refiere en entrevista para El Universal Estado de México que uno de los grandes retos para atender a esta población es la falta de información e incluso el tabú de la sociedad en torno a la inclusión de los autistas.
Históricamente, explica, esta condición era confundida con el trastorno de hiperactividad lo que generó la estigmatización por rebeldía o falda de disciplina o conducta de estos menores, muchas madres optando por la negación o medicación de los niños para atenderla.
Lo principal es acercarse conocer un poco más del diagnóstico hecho por un profesional porque muchas veces tenemos información al aire, muchas veces se leyó un artículo es que de niños autistas sobre que no van a hablar, y se niegan a querer aceptar”, refirió.
La clave estar informados con el diagnóstico hecho por un especialista: entre los signos de alerta para las madres está de inicio: nula tolerancia a los ruidos, movimientos bruscos de manos como “aleteo”, caminar en las puntas de los pies y problemas de lenguaje además de no permitir el contacto físico, pero sobretodo visual, incluso de las madres.
Cuando las mamás empiecen a ver que el niño comienza a tener una serie de estereotipos es la primera señal de alerta… en el caso de los menores como que no hable, aleteo, caminata en puntas se ponen irritables ante sonidos que no los toleran y el principal es que no permiten el contacto visual” refiere.
Dentro de este espacio universitario se ofrece a las familias terapia motriz, intelectual y conductual para rehabilitar a los pacientes y hacerlos capaces de desarrollar tareas en su vida diaria. El primer paso, dice, es vencer el miedo en torno a una condición que por falta de información puede bloquear a las familias además de no caer en escenarios catastróficos que sólo afectan la rehabilitación del niño.
Las preocupaciones de las madres de familia es que los niños puedan ser independientes y funcionales se analiza qué áreas puede requerir en su actividad además de identificar cuál es el grado del autismo que padece”.
Al ser niños con mentes en potencia solo falta darles causes con los especialistas adecuados, en una condición en la que pueden desarrollarse de manera funcional si es atendida.
Llama a las familias a tomar terapia en caso de que alguno de sus integrantes sea diagnosticado con autismo no solo para saber cómo llevarlo e integrarlo, también para incorporarse a este proceso de cambio en su dinámica de familia.
Estos talleres de rehabilitación se pueden encontrar los lunes y martes de 2 de la tarde a 7 de la noche. Miércoles, jueves y viernes de 9 a 2 de la tarde con un costo mínimo de sólo 145 pesos. En esta área también se atiende a pacientes que tienen diferentes patologías principalmente aquellos con un diagnóstico neurológico como autismo, pero también eventos cerebrovasculares, traumatismo craneoencefálico y parálisis cerebral.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud uno de cada 160 niños en el mundo presenta esta condición sin embargo la incidencia se incrementa un 17% cada año.