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Toluca. Méx. Las demandas ambientales en términos de sequía, y sociales por la presión demográfica, han superado la capacidad de atención hídrica del Sistema Cutzamala hoy en crisis por el suministro de agua a millones de personas.
Ricardo Arévalo Mejía, doctor en ciencias del agua, explica que la infraestructura que nació en la década de los ochenta está rebasada desde la propia vulnerabilidad a la cual está expuesta: crecimiento demográfico, urbanización, y cambio de uso de suelo.
Dinámicas sociales que han superado la propia proyección inicial de la obra y que tienen un factor en común desde la omisión de gobiernos entendiéndose la falta de planeación.
Elementos que han incrementado la demanda hídrica y por lo tanto elevando el factor de riesgo para el sistema; sin embargo, estos vacíos asociados más a problemas sociales y no a debilidades de los bastiones de agua.
Inicialmente se prevé una obra… incluso se pronostica un crecimiento poblacional, pero hay que mencionar que actualmente hemos tenido un mayor crecimiento demográfico”, indicó.
Actualmente este sistema aporta un promedio de entre 25 a 28% del recurso hídrico que recibe la zona metropolitana del Valle de México, conurbada a la ciudad y contemplando también zonas del valle de Toluca; es decir son las regiones que más han crecido de manera descontrolada en las últimas dos décadas.
A ello debe sumarse el factor climático como lo es la sequía que ha azotado el país en los últimos años, menos lluvia y mayores temperaturas han incrementado el nivel de evaporación del recurso.
El también investigador adscrito al Instituto Interamericano de Tecnologías y Ciencias del Agua de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex) resalta que uno de los factores históricos sin atender, y de mayor impacto, es el porcentaje de agua que se pierde en la distribución.
Las fugas terminan dilapidando hasta el 40 por ciento del recurso que se tiene con responsabilidad directa de gobiernos locales.
Se estima una pérdida total del volumen que se bombea de un 40 a 50% sólo de fugas del total del bombeo”, lamenta.
Al ser cuestionado sobre ¿Qué dicen los especialistas en cuanto al nivel de almacenamiento óptimo para enfrentar un estiaje? asegura que el crecimiento descontrolado ya impide tener un pronóstico certero. Advierte que en tanto las presiones demográficas no disminuyan cualquier volumen de agua que se esté inyectando en algún momento va a quedar rebasado.
“Año con año se va incrementando la urbanización y el tipo de presión hídrica se va incrementando, con ello el nivel que yo podría decir el día de hoy posiblemente sería obsoleto mañana”, destaca.
Llama a los gobiernos a que a no se hable de la cantidad de agua que necesitamos sino de los programas estratégicos de gestión, envase y reducción de las presiones hídricas como alternativas de solución.
Destaca la urgencia de desarrollar un nuevo plan de gestión del agua para conocer cuáles son las fortalezas actuales, debilidades y oportunidades que se tienen frente a este recurso y entonces atender el tema de la planificación como el gran flagelo de los desastres naturales que vivimos.
Indica que mientras la tasa de agua que se depuré sea menor frente a la que consumimos no habrá Sistema Cutzamala o sistemas que puedan dar respuesta a la demanda.
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