La pobreza en el Estado de México revela un panorama complejo y preocupante, una situación que ha ido en crecimiento en los últimos años. La pobreza puede ser definida como la imposibilidad o dificultad de satisfacer necesidades básicas como alimentación, salud y educación, impactando de manera negativa la calidad de vida y desarrollo de las personas.

Entre 2018 y 2022, el porcentaje de población en situación de pobreza en el Estado de México aumentó de 41.8% a 48.9%...en 2022, 28.1% de la población reportaba vulnerabilidad por carencias sociales, lo que significa que casi 5 millones de personas tenían al menos una carencia (rezago educativo, acceso a servicios de salud, a la seguridad social, calidad y espacios de vivienda, a servicios básicos en la vivienda y a la alimentación).

En 9 de cada 10 municipios con población indígena, más del 60% de la población se encuentra en situación de pobreza.

De acuerdo con el CONEVAL, la inseguridad alimentaria moderada es cuando la calidad de los alimentos o su variedad se ve comprometida, o bien, cuando las personas deben omitir alguna comida por no contar con medios para hacerse de ella, la situación pasa de moderada a grave cuando una familia se ha quedado sin alimentos y ha pasado un día o más sin comer.

En otras palabras, lo más probable es que haya pasado hambre.

Esta situación no es reciente… hace 27 años siendo yo presidente del Consejo Coordinador Empresarial Mexiquense (CONCAEM), Ricardo Bon Echevarría, fundador del primer Banco de Alimentos en Guadalajara Jalisco, y miembro de la Unión Social de Empresarios de México de la misma ciudad, se contactó con él Ricardo Estefan, en ese entonces presidente de USEM y con nuestro Consejo Empresarial para fundar juntos un Banco de Alimentos en el Estado de México, fue sin duda un parteaguas en nuestra historia de responsabilidad social empresarial y un legado que hoy está de pie.

Empresarios prominentes de nuestra ciudad materializaron el proyecto, entre ellos los señores Jorge y Gabriel Garcés Cruz y Don Eduardo Monroy Cárdenas, quien con entusiasmo tomó la batuta como primer presidente del Patronato del Banco de Alimentos.

Los señores Garcés nos otorgaron en comodato, cada uno, una bodega en la Central de Abastos de Toluca y el Ing. José Luis Tinoco, también miembro del Consejo Coordinador Empresarial, nos donó una camioneta estaquitas con la que se iniciaron las operaciones atendiendo a familias que estaban alrededor de la misma Central de Abastos, en ese entonces, aún aislada de la ciudad de Toluca.

El 20 de octubre de 1997 se constituyó legalmente el Banco de Alimentos, siendo Don Eduardo Monroy el primer presidente de Patronato de Banco de Alimentos del Estado de México I.A.P y Alejandro Yáñez Estrada, primer director de Banco de Alimentos Cáritas del Estado de México I.A.P.

Hoy, a casi 3 décadas de distancia, el Banco de Alimentos Caritas del Estado de México, apoya quincenalmente con un paquete alimentario a 130 mil personas, que equivalen a 27 mil familias en 500 comunidades de 52 municipios de nuestro Estado.

No es poco ni sencillo, se trata de 700 toneladas de alimentos mensualmente.

Esta institución tiene más de 25 programas de nutrición, construcción de huertos, acceso a las familias a alimentos libres de agrotóxicos, entre otras acciones, pero la cifra de pobreza y necesidad sigue en aumento.

Hoy la labor de donadores, empresas y colaboradores sigue siendo necesaria, la sensibilidad y responsabilidad de quienes vislumbraron el proyecto sigue estando vigente y la solidaridad de quienes aportan nos motiva a seguir ayudando.

Para cada uno nuestro agradecimiento permanente, mantenemos la convicción de que juntos llenamos el plato y también el corazón.

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