La maternidad es un concepto complejo en donde se abarcan aspectos tanto biológicos como sociales y culturales, al implicar el vínculo establecido a través del embarazo y el parto entre la madre y el hijo o hija, pero también se encuentra la parte social en donde a la mujer le es dado un rol específico asociado a ciertas expectativas y responsabilidades.
La idea de la maternidad ha evolucionado en la sociedad; sin embargo, aún las mujeres enfrentan desafíos únicos y complejos que van más allá de los cuidados básicos, como la conciliación de la vida laboral y familiar, implicando encontrar un equilibrio entre las demandas del trabajo y las responsabilidades del cuidado de los hijos e hijas, resultando en una mayor demanda y estrés para algunas de ellas.
La maternidad actual se caracteriza porque la madre también buscar tener un desarrollo profesional o un mayor involucramiento en el espacio público, enfrentando una serie de presiones sociales y culturales en donde se espera que sea perfecta y tenga tiempo no solo para atender a las infancias a su cargo, sino que también tenga la capacidad de mantener una carrera profesional exitosa, cumpliendo con las expectativas y reglas establecidas por un sistema patriarcal de cientos de años en el campo laboral.
Las mujeres que son madres y buscan desempeñarse dentro de la política a menudo luchan contra diferentes desafíos como la búsqueda del equilibrio entre cumplir con las responsabilidades políticas y familiares; aunado a ello se encuentran con los juicios sociales a diferencia de los hombres, al cuestionar su capacidad para desempeñar sus roles de manera efectiva, siendo criticadas de priorizar uno sobre el otro. Sin embargo, a pesar de las dificultades, críticas y juicios a los cuales se enfrentan, las mujeres involucradas en la política han demostrado su capacidad para combinar la maternidad con su exitosa carrera política; pero eso no significa que sea lo ideal, las mujeres no tendrían por qué demostrar nada, en su lugar deberían contar con las políticas y condiciones óptimas para su desempeño sin que esto implique un esfuerzo mucho mayor al que tienen que hacer los hombres por una cuestión de roles de género.
Lo que necesitamos es promover políticas públicas que permitan a las mujeres conciliar su vida laboral y familiar. Pero también resulta de gran importancia combatir los estereotipos de género para construir una cultura más equitativa en donde la responsabilidad de los cuidados no recaiga solamente en las mujeres, sino que también se fortalezca el real ejercicio de la paternidad. Requerimos seguir construyendo una sociedad más equitativa y justa para que la participación política de las mujeres se vea fortalecida, porque las mujeres no solo nacimos para ser madres, también para ser profesionistas, para dirigir a un país y empoderar a las futuras generaciones, haciéndoles ver que es posible ser lo que quieran ser.
Síguenos en nuestras redes sociales:
Instagram: @eluniversaledomex, Facebook: El Universal Edomex y X: @Univ_Edomex.