Una de las celebraciones más esperadas por la niñez en México es el Día de Reyes, una tradición católica que consiste en la espera de la visita de los tres Reyes de Oriente que llevaron regalos a Jesús después de su nacimiento. La niñez en nuestro país espera con gran ilusión la visita de estos tres personajes quienes han de llevarles juguetes la madrugada del 06 de enero, los cuales disfrutarán todo el día junto a su familia, acompañado de la partida de rosca y una taza de leche tibia o chocolate.

Sí, esto es lo que todas las niñas y niños deberían disfrutar en un día tan especial; sin embargo, se viven realidades distintas.

En México, no todas las niñas y niños tienen la fortuna de disfrutar un 06 de enero lleno de magia, al verse en la necesidad de trabajar, una situación que les priva de su derecho a la educación y al juego.

El trabajo infantil tiene como una de sus principales causas el generar ingresos para la familia impulsado también porque no cuentan con oportunidades educativas.

Por otro lado, algunas familias ven el trabajo infantil como una manera de aprendizaje y preparación para la vida adulta, idea que no comparto en ninguna medida, pues las niñas y niños tienen derecho a vivir en condiciones de bienestar y a un sano desarrollo integral, teniendo una vida libre de violencia, con protección a su salud, recibiendo una educación digna y de calidad y por supuesto, viviendo en libertad, en ambientes y espacios seguros donde ejerzan su derecho al descanso y al juego.

La niñez por ningún motivo tiene que estar trabajando.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil 2022 (ENTI), en México 3.7 millones de niños y niñas de entre 5 y 17 años se encuentran trabajando, la mayoría de ellos en malas condiciones y largas jornadas que limitan sus derechos básicos, siendo los Estados de Guerrero y Chiapas en donde se concentra la mayor tasa de trabajo infantil en el país, mientras que el Estado de México se ubica en el lugar 25.

En el trabajo infantil las niñas y niños se exponen a riesgos laborales como lesiones, enfermedades, malnutrición, les genera un retraso escolar que limita sus oportunidades de aprendizaje, se encuentran más vulnerables a la explotación sexual y se perpetúa el ciclo de la pobreza, ya que las infancias en esta situación tienen menos oportunidades de salir de esa condición en el futuro.

A nivel internacional se han hecho grandes esfuerzos para combatir el trabajo infantil, pero no ha sido fácil ante un mundo en donde el sistema capitalista requiere de mano de obra barata y explotación que consigue fácilmente a través de la niñez trabajadora, por ello requerimos como sociedad exigir a los gobiernos que garanticen el acceso a una educación de calidad para todas y todos, la implementación de políticas que mejoren las condiciones de vida de las familias y sensibilizarnos como sociedad, creando conciencia sobre los efectos negativos del trabajo infantil.

Este 06 de enero pensemos en las niñas y niños que están trabajando y no tienen la oportunidad de recibir un regalo de los Reyes Magos, hagamos conciencia como sociedad y recordemos que cada niño y cada niña tiene derecho a una infancia feliz y a un futuro mejor. Y, si está en nuestras posibilidades, compartamos parte de la magia que hay en nuestros hogares en esta fecha tan especial para las infancias.

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