En los últimos meses, el término transformación ha ocupado la discusión pública de manera amplia. Desde distintas tribunas se llama a su consecución, alcance y concretización. Pero más allá de la lógica discursiva, ¿en qué temas públicos reflejar el ánimo de cambio y transformación en el ámbito mexiquense?

Actualmente, el Estado de México tiene 17.6 millones de habitantes y para el 2030 se estima que seremos 18.1 millones (CONAPO, 2023). Nuestra entidad representa el 13% de la población total del país, siendo la de mayor número de habitantes de nuestra nación. Para dimensionar el tamaño, basta señalar que el Estado de México tiene una población mayor que 41 estados de la Unión Americana. Frente a estas dimensiones, planteo que la transformación mexiquense no puede soslayar la importancia de 3 temas de interés y preocupación colectiva:

I. Juventudes. En 2030, el Edomex contará con 3.5 millones de jóvenes entre 18 y 29 años de edad. Identificar las opciones profesionales, ocupacionales y laborales para esta población, es un reto inaplazable. A pesar de contar con 35 Instituciones de control estatal, con Tecnológicos Nacionales (Tlalnepantla y Toluca), con cuatro FES de la UNAM, así como con la Universidad Estatal más importante del país, la UAEMéx, la población estudiantil universitaria no rebasa las 500 mil personas.

De mantener la misma capacidad instalada, significa que, en 2030, sólo 1 de cada 7 jóvenes mexiquenses podrían tener acceso a educación pública universitaria. Si el ecosistema universitario público mexiquense pudiera crecer en un 10% anual en los próximos 6 años, se duplicaría dicha capacidad y se podría lograr que 1 de cada 4 jóvenes mexiquenses tuviera acceso a educación superior pública. Nunca más volveremos a contar con tal cantidad de jóvenes, con su energía, vitalidad, creatividad y capacidad de innovación.

II. Financiamiento público. Las comparaciones siempre resultan odiosas, sin embargo, es el único mecanismo para identificar y señalar áreas de oportunidad. Para mostrar la discrepancia del gasto federal que se asigna al Estado de México, basta ver la diferencia del Gasto Programable por habitante entre Veracruz, tercer estado con más presupuesto federal, y la entidad mexiquense. El gasto por habitante en Edomex es de 17,388 pesos, mientras que en el caso de Veracruz es de 31,990 (CEFP; 2024). Lo anterior significa que un habitante de Veracruz recibe 80% más de recursos federales que una persona del Estado de México. Para transformarse, la entidad mexiquense requiere mayores recursos públicos, acordes a su tamaño y relevancia. Los 58 diputados federales del Estado de México tienen la gran oportunidad de unir causas en torno a un mayor financiamiento público para nuestra entidad y compensar el rezago histórico.

III. Dinámicas metropolitanas. El Valle de México representa poco más del 60% de la población mexiquense. De esta proporción, cerca del 80% proviene de otras entidades del país, lo que incide en un bajo sentido de pertenencia. La falta de arraigo a la entidad mexiquense, tiene impacto en la cohesión social y en la búsqueda de objetivos comunitarios. Esta condición social se ve potenciada por las dinámicas económicas; alrededor de 1.5 millones de mexiquenses diariamente deben trasladarse a la Ciudad de México para trabajar. En un porcentaje importante, estas personas, que diariamente dedican entre 2 y 3 horas de traslados, realizan actividades en la informalidad y en trabajos precarios. La prosperidad entre las dos entidades federativas más importantes del país debiera ser compartida; es imperativo establecer una mayor infraestructura para la conectividad, una amplia descentralización administrativa, económica y cultural, acompañada de una profunda empatía por los cientos de miles de mexiquenses que diario se invisibilizan en sus recorridos, odiseas y trayectos metropolitanos.

Recién inicia un nuevo ciclo político en la entidad, un gobierno estatal en el arranque de su segundo año de gobierno, una legislatura recién estrenada, un poder judicial en vías de renovación, así como 125 gobiernos municipales que comenzarán un nuevo ciclo a partir del 1 de enero próximo. Se cuenta con una oportunidad única para establecer las prioridades de una entidad que, a pesar de sus retos, puede encontrar unidad y cohesión en torno estas temáticas señaladas: la atención a las juventudes, el financiamiento público y una mayor comprensión y entendimiento de la interacción metropolitana.

Bernardo J. Almaraz C.

Académico

@BAlmarazC

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