Pertenezco, como todos los aquí reunidos, a una sociedad que aprehende el mundo a través de las letras, en la escuela nos enseñan a leerescribir. De las imágenes sabemos poco, a pesar de que en la primera infancia llenamos las paredes con figuras y colores; con el paso de los años, todo aquello relacionado con la expresión visual queda como mero adorno dentro de un texto. Medito/Pienso/Reflexiono que quizá en este ya avanzado siglo XXI, lo visual cobra más importancia al momento de comprender y expresar el universo de pensamientos que nos habita. Por el momento, me asumo como una mujer de letras que descubre las imágenes.
Vuelvo a la Abya Yala libre que detonó esta serie de reflexiones: el continente americano iluminado de rojo, con la leyenda It is all Native Land, una pipa de la paz cruzando el mapa de oriente a poniente, la representación de una tierra sin fronteras. Extiendo los hilos hacia el sur para tejer palabras, cual textil de Q’ero inundado de tocapus y colores.
Muchas culturas han sido consideradas ágrafas, término que la Real Academia de la Lengua define como incapaz de escribir o no sabe hacerlo. Indiscutiblemente, esta descripción de ciertas naciones invisibiliza su manera de representar ideas/pensamientos/sentimientos, pues se le ha dado más peso a la letra, incluso se le considera una marca civilizatoria, de ahí se catalogan a los pueblos como civilizados vs bárbaros.
Si bien esas naciones “ágrafas” carecen de un alfabeto, poseen diferentes maneras de plasmar sus ideas, transmitirlas y enseñarlas, esto es, a través de la oralidad y de recursos mnemotécnicos, como cuestiona el investigador Jürgen Golten: por qué necesitarían una escritura, si su manera de anclar el conocimiento es muy otra.
Una de estas naciones es la inca, en quipus y tejidos llenos de tocapus podían almacenar información. Los tocapus son cuadrángulos con signos geométricos o figurativos estilizados que aparecen en forma de series en los tejidos y vasos ceremoniales y se convirtieron en un medio para comunicar mensajes y que todavía podemos encontrar en los textiles de la nación q´ero.
No todas las naciones mesoamericanas contaban con códices como formas de registro, existían pueblos difundían sus saberes por medio de la oralidad, pero también a través de los textiles, cuyas formas y diseños cumplían/cumplen una función similar a los tocapus. Así, nos encontramos con el trabajo de los P’urhépechas, Mazahuas, Wixárika, por mencionar algunas naciones, con sus bordados y diseños geométricos transmiten la cosmovisión y la historia.
Los colores, las figuras, los diseños amplían la manera de significar el entorno, de conformar el pensamiento; mientras que la escritura con alfabeto latino reduce el universo a una sola manera de asir el mundo.
Quizás nos sentimos lejanos de los otros pueblos nativos que habitan este continente, esta Abya Yala sin fronteras, pero con esta serie reflexiones quise trazar algunos lazos comunicantes que hemos tenido durante siglos. Seguramente hay muchos más hilos tejiendo un mundo donde quepan muchos mundos.
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