No existe país en el mundo con el cual México sostenga una relación más estrecha que con los Estados Unidos de Norteamérica. Relación que va desde las cuestiones económicas, políticas, culturales e incluso, geográficas, por la gran frontera que compartimos. Es conocida la relación de cooperación y tensiones que en ocasiones se presentan entre los dos países a causa de la migración, inseguridad y lucha contra el narcotráfico, por mencionar algunos temas.
Se espera que con la llegada de Donald Trump al poder, la dinámica de la relación de México con el país del norte genere disidencias en la opinión pública, debido a la oposición de visiones para hacer gobierno y ejercer el poder en los respectivos países, Trump, desde su campaña política, ha expresado un discurso enfocado en prometer más dureza contra México a partir de la expulsión de los indocumentados; por si fuese poco con sus amenazas señalando que de no frenar la migración y el tráfico de fentanilo a Estados Unidos, aplicará el 25% de aranceles en todas las exportaciones de México, lo que representa aproximadamente una cuarta parte del Producto Interno Bruto (PIB) de nuestro país, y señala además, la necesidad de renegociar el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Son diversas las situaciones que se pueden generar a través de las políticas previstas por el nuevo gobierno en Estados Unidos. Trump ya tiene experiencia para gobernar, y ahora con la amenaza de expulsar a millones de indocumentados, y a sabiendas de su modo de ejercer el poder, es muy probable que cumpla con las propuestas de campaña que le ayudaron a incrementar su aceptación entre la población estadounidense, en donde increíblemente votaron a su favor millones de latinos, una cantidad impresionante de mujeres y jóvenes, a pesar de que en su campaña sus expresiones discriminatorias, de rechazo, de construcción de un muro entre la frontera con México y de intervenir militarmente, fueron reiterativas.
En materia comercial, las estadísticas oficiales resaltan que de 2022 a 2023, el valor de los bienes importados por México desde los Estados Unidos aumentó casi 5%, hasta superar los 475 mil millones de dólares. Pero con la amenaza estadounidense de incremento de los aranceles en las exportaciones, la relación comercial sufriría cambios de fondo muy radicales.
Por otra parte, recordemos que México se ve beneficiado por los indocumentados que trabajan en el país del norte y envían remesas a sus familiares. El aplicar una política antimigratoria como la plantea Trump, tendrá afectaciones directas en la economía mexicana, pero más allá de ello, posibles consecuencias en el respeto de los Derechos Humanos.
Las decisiones políticas generadas a nivel nacional siempre tienen repercusiones en las entidades federativas, el Estado de México no sería la excepción.
Por ejemplo, en cuanto a las remesas, a causa de la política antimigratoria que prevé Trump, por obviedad, disminuirían en la entidad. Por ahora, y de acuerdo a datos del Banco de México se revela que, hasta el segundo trimestre de 2024, el Estado de México recibió 3 mil millones de dólares en remesas.
En materia de inversión estadounidense, también podría disminuir drásticamente, ya que las posturas ideológicas opuestas pueden afectar la relación diplomática, económica y comercial entre países. Datos de la Secretaría de Economía revelan que Estados Unidos, en lo que va del año 2024, ha sido el principal inversor en la entidad, aportando más de 811 millones de dólares.
Sin duda, México tiene retos fundamentales, entre ellos, mantener una política migratoria adecuada con Estados Unidos, sin poner en riesgo los derechos humanos de los migrantes ni su trato digno. Además de cuidar una relación comercial dinámica con el país del norte que asegure ganancias económicas para ambos países, en principio, evitando la elevación de aranceles.
Por último, el trabajo de la presidenta Sheinbaum en materia de seguridad, como se ha vislumbrado, incluye la coordinación con todas las entidades federativas, incluido el Estado de México; los temas de migración en la entidad también serán abordados al igual que la lucha contra el narcotráfico.
Sin embargo, la coordinación no solo es hacia adentro del país, sino hacia afuera, a través de la relación bilateral con Estados Unidos, porque el tema de seguridad no corresponde a un solo país y no puede ser pretexto para inculpar a México.
Toda buena relación entre pares se debe basar en el acuerdo bilateral y en un respeto mutuo, como lo dijo en su momento el ilustre mexicano Benemérito de las Américas, Don Benito Juárez “…Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.
Por tanto, deseo que la próxima administración que encabezará Donald Trump, sea conducida a través del respeto, buscando el bienestar de nuestras naciones.
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