El 2024 será recordado como el año de la consolidación de Morena en México. Con la contundente victoria de Claudia Sheinbaum como presidenta, la transformación política que comenzó Andrés Manuel López Obrador hace seis años llegó a lo que le llamaron el segundo piso de la Cuarta Transformación.
En el país la hegemonía de Morena alcanzó casi el máximo, casi todas las entidades son gobernadas por el Movimiento de Regeneración Nacional y cientos de municipios, pero con la presidencia, y los poderes del Estado: el Congreso de la Unión con la Cámara de Senadores y de Diputados y ahora con el Poder Judicial. tienen un impresionante control, lo que representa, muchos dicen que, en el futuro, el dominio total. Lo tienen ya.
Una de las estrategias políticas de López Obrador más claras para lograr el control, fue el acomodo estratégico de las “Corcholatas” en los principales espacios del poder. Adán Augusto López, en el Senado; Ricardo Monreal, en el Congreso, y Marcelo Ebrard, en Economía. Figuras clave de la Cuarta Transformación.
Esta estrategia no sólo quedó ahí. López Obrador logró imponer la revocación de mandato.
Evidentemente no era sólo para aplicarlo a los priistas o panistas. El Plan C consistía en tener a sus aliados en la gran mayoría de las curules. Que le obedezcan ciegamente.
Aparentemente fue una cohesión interna. Le funcionó en el momento, porque hoy, pese a lo que digan, dos de esas “corcholatas”, Adán Augusto y Ricardo Monreal, muestran una clara división.
Pero mientras ellos se pelean, aparentemente por los recursos del Senado, Marcelo participa en las negociaciones del T-Mec, calladito, sin estridencias, con Estados Unidos y Canadá, que sigue siendo un gran desafío Claudia Sheinbaum. Marcelo se lleva bien con el equipo de Trump, que con sus amenazas pone a México con un futuro incierto en lo económico para este 2025.
En el Estado de México, Morena tuvo una victoria igualmente contundente. En las elecciones locales, el partido de la 4T arrasó con la mayoría en el Congreso local y se quedó con un número significativo de ayuntamientos, sobre todo los importantes, los clave, como Ecatepec, Naucalpan, Tlalnepantla, Izcalli y Toluca.
Fue un fuerte golpe a la coalición PRI-PAN-PRD-Nueva Alianza que, a pesar de su intento, no pudo evitar la derrota de sus partidos frente a un partido que, pese a su desorden y diferencias internas, ha ganado las simpatías populares en sectores que antes eran parte importante del PRI.
La descomposición del PRI, a lo largo de la historia, ocasionó la expulsión del exgobernador Alfredo del Mazo, lo que propició que muchos creyeran que el PRI en el Estado de México había entregado el gobierno a Morena. Aunque no dejemos de lado que Delfina Gómez tiene una gran popularidad, lo mismo que el propio partido en el poder.
Morena tuvo diferencias. Al final se pusieron de acuerdo. La coordinación de esa organización política en el Congreso fue muy peleada, se eligió en medio de mucha tensión.
Francisco Vázquez quedó al final, pero Maurilio Hernández fue nombrado presidente de la mesa directiva, no por un periodo, sino por un año, y para ello se modificó la Ley Orgánica.
La reforma judicial salió adelante. Propuestas del Poder Judicial, propuestas partidistas, propuestas del Ejecutivo, todo lo conjuntaron.
Viene un año complicado en materia financiera. Seguridad, que es lo más complicado, salud, agua, serán los retos más grandes de la gobernadora. Al final veremos cómo se resuelven. Viene la renovación de la rectoría de la UAEMéx y del propio Poder Judicial.
Vamos a ver cómo se sortean las situaciones, nada fáciles. 2024 fue el año de la consolidación de Morena. Ahora sostenerse será el tema. La gente está cansada de los partidos y en efecto, a Morena, con AMLO lo tomaron como esperanza.
Ya sin él, deben sortear muchas cosas.
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