El hallazgo de 12 válvulas de pozos y tanques de agua cerradas en Ecatepec durante el primer mes de gestión de las nuevas autoridades locales revela una grave negligencia que afectó a miles de familias y servicios esenciales. La alcaldesa Azucena Cisneros denunció que una de las fuentes cerradas impedía el abastecimiento de agua a la clínica del Issemym, lo que interrumpió tratamientos críticos como las diálisis. Esta situación no solo evidencia un manejo irresponsable del recurso hídrico, sino también una falta de empatía hacia la población que depende de estos servicios básicos. La reapertura de las válvulas fue un alivio inmediato, pero también dejó al descubierto el impacto de malas prácticas en la administración anterior. Más allá de sancionar a los responsables, es fundamental que las autoridades locales implementen medidas de supervisión estricta para evitar que se repitan este tipo de situaciones.
Victoria ciudadana
La suspensión provisional de la construcción de una gasera en la colonia Plan de Guadalupe es un triunfo importante para los vecinos de esta comunidad, quienes alzaron la voz para defender su seguridad y calidad de vida. Gracias a las quejas constantes de alrededor de 300 familias y la gestión activa de Gabriela Reyes, delegada de la zona, el alcalde de Cuautitlán Izcalli, Daniel Serrano Palacios, atendió la problemática y ordenó detener las obras. Este logro representa un claro ejemplo de cómo la organización ciudadana puede incidir en las decisiones gubernamentales, sobre todo cuando están en juego la seguridad y el bienestar de los habitantes.La intervención del nuevo gobierno municipal también evidenció las irregularidades que rodean la construcción de este negocio, el cual no cuenta con licencia de construcción y opera en condiciones cuestionables. Este caso debe sentar un precedente para evitar que intereses particulares prevalezcan sobre los derechos de los ciudadanos.
La lección que no debe repetirse
El modelo de los tecallis, concebido en el pasado como una estrategia para acercar la seguridad a los barrios de Toluca, fracasó debido a la falta de permanencia de los elementos policiales y al abandono de los módulos. Estos espacios, diseñados para ser centros de vigilancia, terminaron como estructuras vacías que no ofrecían protección real a los ciudadanos. La recuperación de 24 de los 41 tecallis por parte de la Dirección de Seguridad Pública de Toluca, bajo la dirección de Jorge Alberto Ayón Monsalve, busca revertir esta percepción y demostrar que estos espacios pueden ser útiles si se gestionan adecuadamente. La promesa de mantener elementos en permanencia las 24 horas es un avance importante, pero para evitar repetir errores del pasado, será clave garantizar supervisión constante, equipamiento adecuado y el fortalecimiento de la confianza ciudadana.
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