¡Qué buen gobierno dejó Fernando Vilchis, como alcalde de Ecatepec! De nuevo una protesta de los empleados del Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Ecatepec que tomaron tres casetas por falta de pago de salarios, aguinaldos y otras prestaciones laborales. Y una más se suma: alarmante es el desvío o mal manejo de 230 millones de pesos que estaban destinados a programas sociales clave, como “La Valedora” y “La Arcoíris”, que deberían beneficiar a sectores vulnerables de la población. Este desfalco no solo deja desprotegidos a los grupos más necesitados, sino que cuestiona la transparencia y el compromiso de la administración con sus propias promesas. El nuevo diputado dará mucho de qué hablar.
Vecinos por la seguridad
La carretera Toluca-Atlacomulco es escenario de una preocupante alza en los robos a automovilistas, ello ha obligado a los negocios de la zona a colocar advertencias para que los viajeros no dejen objetos a la vista dentro de sus vehículos. Si bien estas medidas buscan fomentar la cultura de la prevención, también reflejan la falta de garantías de seguridad para quienes transitan por esta importante vía. La responsabilidad de prevenir delitos no debería recaer únicamente en los ciudadanos; las autoridades estatales y municipales de Atlacomulco, encabezado por Nicolás Martínez Romero, Ixtlahuaca y Almoloya de Juárez, deben redoblar esfuerzos para patrullar y vigilar esta carretera, de modo que se garantice la tranquilidad tanto de los automovilistas como de los comerciantes locales, quienes también son afectados por esta situación.
El negocio del Nevado de Toluca
El Nevado de Toluca es el centro de un conflicto que enfrenta la regulación con la informalidad. Por un lado, los tours oficiales, que cumplen con las normas de acceso y seguridad, ofrecen a los visitantes una experiencia controlada por un costo de 250 pesos. Por el otro, la proliferación de servicios irregulares operados por comuneros, que han tomado el control del camino del Parque de los Venados al segundo albergue, plantea serios problemas tanto para la seguridad de los visitantes como para saber quién está detrás de ellos. Los tours organizados por comuneros se ofrecen en condiciones precarias y al margen de las normativas oficiales, lo que incrementa los riesgos para quienes los contratan. Es un problema viejo que ni ayuntamientos ni el gobierno estatal y federal han querido resolver.
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