La intervención de edificios históricos sin la debida autorización ha desatado el descontento en este Pueblo Mágico, donde ciudadanos exigen la destitución de la presidenta municipal, Juana Díaz Peñaloza. A solo tres meses de haber asumido el cargo, las decisiones de su administración han generado un conflicto con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que ya ha emitido tres suspensiones de obra. La más reciente, en el edificio del Ayuntamiento, ha provocado el cierre del inmueble durante días, afectando tanto el patrimonio como la vida cotidiana de la comunidad. Más allá de la confrontación política, lo que está en juego es la conservación de la identidad cultural del municipio. El descuido o desconocimiento de las normativas que protegen el patrimonio histórico puede tener consecuencias irreversibles. La autoridad municipal tiene la responsabilidad de actuar con transparencia, acatar las disposiciones del INAH y garantizar que cualquier intervención se haga con el debido respaldo técnico y legal.

Sólo en Naucalpan
Naucalpan enfrenta un problema grave de seguridad con la instalación de redes ilegales de videovigilancia, utilizadas presuntamente para el “halconeo” y el monitoreo de actividades policiales. Con 161 cámaras retiradas en 11 colonias, queda en evidencia que la delincuencia ha logrado operar con un nivel de organización alarmante. La intervención de fuerzas estatales y federales es un paso necesario, pero también pone en entredicho la capacidad de las autoridades municipales para detectar y desmantelar este tipo de estructuras antes de que se consoliden. El alcalde Isaac Montoya debe asumir el reto de reforzar la seguridad sin permitir que sean los grupos delictivos quienes controlen el territorio. Este caso en Naucalpan debe servir como advertencia para otros municipios del Estado de México, donde la instalación de estas redes ilegales podría ser una amenaza latente. Más allá del retiro de cámaras, es fundamental que se investigue a fondo quiénes las colocaron, con qué propósito y qué grado de complicidad hubo dentro de las estructuras locales de seguridad.

Al rescate de la Sierra de Guadalupe
El rescate de este lugar es una tarea urgente para garantizar el equilibrio ambiental en el Valle de México. Esta Área Natural Protegida no solo es un pulmón verde en medio de la mancha urbana, sino también una fábrica de agua clave para la región. La alcaldesa Azucena Cisneros Coss, ahora presidenta del Comité Técnico del Fideicomiso para su preservación, tiene el reto de frenar las invasiones y restaurar las presas de gavión, fundamentales para contener lluvias y evitar desastres en las zonas bajas. Sin acciones contundentes, la degradación de este ecosistema seguirá avanzando, con consecuencias irreversibles para la población y el medio ambiente. El desafío no es menor, ya que la urbanización descontrolada y la falta de vigilancia han permitido la destrucción paulatina de la Sierra.

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