En nuestro país, los organismos encargados de medir de manera bianual y clasificar los tipos de pobreza existentes en México son el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), los cuales, a través de metodologías, lineamientos y criterios perfectamente definidos, realizan esta actividad de manera periódica.
De acuerdo con la última información disponible, correspondiente a 2022, los datos del INEGI señalan que en México 46 millones 804 mil ciudadanos vivían en situación de pobreza; de ellos, 37 millones 701 mil tenían un grado de pobreza moderada, mientras que el resto, 9 millones 103 mil, vivían en pobreza extrema.
Pero ¿cuáles son las consideraciones que el INEGI y el CONEVAL toman en cuenta para realizar estas mediciones y establecer que una persona tiene algún grado de pobreza?
Conforme a los artículos 36 y 37 de la Ley General de Desarrollo Social, el CONEVAL tiene la tarea de realizar la medición multidimensional de la pobreza con una periodicidad mínima de cada dos años a nivel nacional y por entidad federativa. Para esta labor, se debe emplear la información proporcionada por el INEGI, retomando la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) como fuente de información para medir la pobreza multidimensional a este nivel de desagregación.
A partir de esta base, el CONEVAL establece que el Estado mexicano debe analizar la situación social de la población a partir de tres aspectos: el bienestar económico, los derechos sociales y el contexto territorial. De la misma forma, se toman como referencia los indicadores de pobreza, vulnerabilidad y no vulnerabilidad para realizar una radiografía detallada de la pobreza en México.
Por definición, una persona se encuentra en situación de pobreza cuando tiene al menos una carencia social (en los seis indicadores de rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, servicios básicos en la vivienda y acceso a la alimentación) y su ingreso es insuficiente para adquirir los bienes y servicios que requiere para satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias.
A partir de estas mediciones, las autoridades clasifican el nivel de pobreza en extrema, moderada y multidimensional.
Una persona se encuentra en situación de pobreza extrema cuando presenta tres o más carencias de las seis posibles dentro del Índice de Privación Social y, además, su ingreso está por debajo de la línea de bienestar mínimo. Las personas en esta condición disponen de un ingreso tan bajo que, aun si lo destinan por completo a la adquisición de alimentos, no podrían obtener los nutrientes necesarios para tener una vida sana.
Por otro lado, una persona se ubica en pobreza moderada cuando se calcula la diferencia entre la incidencia de la población en pobreza y la de la población en pobreza extrema.
Finalmente, respecto a la pobreza multidimensional, se emplean varias dimensiones o factores económicos y sociales para su concepción y definición.
Sin embargo, más allá de las definiciones empleadas para conceptualizar la pobreza en el país, así como de los datos numéricos que se generan, debemos comprender que detrás de estas cifras hay poco más de 46 millones de mexicanas y mexicanos con quienes tenemos una deuda pendiente como sociedad en conjunto.
Síguenos en nuestras redes sociales:
Instagram: @eluniversaledomex, Facebook: El Universal Edomex y X: @Univ_Edomex