Los tiempos de humo blanco en la Universidad Autónoma del Estado de México se acercan. Laura Benhumea González, directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx, surge como una posible candidata a la rectoría de la universidad. Ella ha tomado las banderas de transparencia, acreditación de programas académicos y una política de cero tolerancia a la violencia de género, acciones que podrían consolidarse a nivel institucional si asumiera el cargo. Sin embargo, el desafío de liderar la UAEMéx va más allá de la experiencia administrativa. La universidad enfrenta retos como la adaptación a nuevas condiciones sociales y económicas, así como la garantía de estabilidad laboral para sus académicos. Y un detalle importante: hay un nuevo partido en el poder en el Estado de México cuya influencia también se deja sentir.
La brega de los laudos laborales
El inicio de las nuevas administraciones municipales en el Estado de México ha vuelto a exhibir una preocupante práctica recurrente: el despido masivo de trabajadores para abrir espacio a nuevos grupos afines a los gobiernos entrantes. Según la Secretaría del Trabajo, este fenómeno no solo genera incertidumbre laboral, sino que también alimenta una oleada de demandas por despidos injustificados, cuyo costo podría recaer en los ya debilitados recursos municipales. Este ciclo, denunciado por el secretario estatal Norberto Morales Poblete, no es solo un reflejo de la inestabilidad política, sino también de la incapacidad para garantizar condiciones laborales estables y respetar los derechos adquiridos de los empleados. La práctica de cambiar personal sin justificación, más allá de afectar la vida de los trabajadores despedidos, pone en peligro la sostenibilidad financiera de los municipios al enfrentar juicios laborales millonarios.
Desabasto de medicamentos en Edomex
La gestión de Ignacio Salgado García al frente del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMYM) enfrenta una crisis que no puede ignorarse: el desabasto de medicamentos para pensionados y pensionistas. Las recientes manifestaciones en el Palacio de Gobierno por parte de afectados son un grito de auxilio que refleja una problemática profunda en la administración de los recursos y en la atención a quienes dedicaron su vida laboral al servicio público. Que las recetas médicas ya no sean surtidas no solo es una falta grave en términos de derechos humanos, sino también una violación al compromiso del Estado con sus jubilados, quienes dependen de este sistema para mantener su salud y calidad de vida. El desabasto pone en evidencia fallas estructurales en el manejo financiero y logístico del ISSEMYM, que deben ser abordadas con urgencia.
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