En el Estado de México, la adopción ha seguido un patrón irregular en los últimos años, con un pico notable entre 2019 y 2020 que rompió récords de los últimos 15 años, pero que no logró consolidarse como una tendencia sostenida, según datos del DIFEM, cuya titular es Karina Labastida, La caída paulatina hasta 2024, con apenas 81 adopciones registradas, evidencia que persisten barreras estructurales que dificultan que más niñas, niños y adolescentes encuentren un hogar. Ya se ha detectado que estos descensos responden a procesos burocráticos y ya hay una iniciativa al respecto. Y con ello es una oportunidad para replantear estrategias que agilicen los procesos y fomenten una cultura de adopción responsable. De lo contrario, seguirán pasando los años sin que más menores tengan acceso a un hogar estable y seguro. Esto corresponde al Poder Legislativo y Ejecutivo.
Asistencia legislativa
La asistencia presencial de los diputados a las sesiones plenarias sigue siendo un tema de debate en la 62 Legislatura del Estado de México. Aunque la mayoría reporta su presencia a través del tablero electrónico, la realidad es que pocos permanecen en sus curules durante toda la sesión, lo que pone en duda su verdadero compromiso con el trabajo legislativo. Ante esta situación, la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), presidida por Francisco Vázquez, enfrenta el reto de garantizar que la representación parlamentaria no se limite a un registro digital, sino que implique la participación activa en los debates y decisiones clave para la ciudadanía. La JUCOPO debe impulsar medidas que refuercen la presencia real de los diputados y aseguren que su labor trascienda más allá del cumplimiento formal de asistencia. La confianza en el Congreso depende de que quienes fueron elegidos para legislar lo hagan de manera efectiva, sin simulaciones ni ausencias encubiertas.
Sarape como patrimonio
La propuesta para declarar el sarape de Gualupita como Patrimonio Cultural Inmaterial es interesante para preservar una tradición que ha dado identidad a Santiago Tianguistenco y al Estado de México. Más allá del reconocimiento simbólico, esta declaratoria debe traducirse en acciones concretas que beneficien a los artesanos, garantizando su acceso a financiamiento, capacitación y protección legal frente a la piratería y apropiación indebida de sus diseños. La iniciativa impulsada por la diputada Martha Azucena Camacho Reynoso busca precisamente esto: no solo honrar el legado textil de la comunidad, sino también convertirlo en una fuente de desarrollo económico sostenible. Sin embargo, el reto no termina con la aprobación de la declaratoria. Es fundamental que el Congreso local y las autoridades correspondientes aseguren que el fomento y la promoción del sarape no queden en el papel. Un buen guiño a las artesanías.
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