En el Estado de México sobrevivió a las elecciones el Partido de la Revolución Democrática (PRD); sin embargo, los restos de este instituto político se lo disputan los líderes que siguen sin entender que necesitan consolidarse para seguir viviendo. El dirigente estatal, Agustín Barrera Soriano admitió que dentro de su instituto siguen los grupos, las divisiones, no hay acuerdos y las corrientes se jalonean lo poco que queda del sol azteca. Cuando solicitaron el registro local del partido, quedó claro que la fractura es profunda cuando llegaron los dos líderes al Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), Omar Ortega Álvarez y Agustín Barrera Soriano, cada uno quiso cumplir con los requisitos y si bien antes fueron “aliados” para mantener la cabeza en el partido, ahora cada uno araña los restos. Veamos en qué términos queda este instituto.
ISSEMyM en reconstrucción
Por su parte, en el Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMYM) intentan sostener con todas las pinzas y lazos posibles lo poco que queda de este servicio que quizá con la basificación de personal pueda comenzar a caminar, pues lleva años abandonado, siendo más una carga que una solución para el gobierno mexiquense y que hoy dirige Ignacio Salgado García, a quien le tocó no menos que una gran embajada, porque sacar de la quiebra financiera al Instituto es una labor titánica, más allá de lograr que sus servicios sean valiosos. Hay avances, dicen, pues veamos qué depara el futuro.
Todos van por más presupuesto
Comienzan a platicar y presentar los diversos presupuestos que proyectan las dependencias y los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, este último que además tendrá un cambio de titular, pues Ricardo Sodi ya está a unos meses de concluir su cargo. Para el Poder Judicial nada puede ser tan fácil, las reformas en materia judicial a nivel federal le impactan de forma directa y no es momento de escatimar en gastos para dicho ámbito en la entidad, que es la más poblada, por tanto la que mayor carga judicial tiene y eso implica la necesidad de crecer el número de jueces, mediadores, y personal.