La historia de “Chalquito” representa un ejemplo de cómo el cuidado y la compasión pueden transformar vidas. Rescatado en condiciones críticas durante un evento público, su rehabilitación bajo la atención de la Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna (Cepanaf) es un recordatorio. Este gesto simboliza la responsabilidad que todos compartimos hacia los animales en situación de vulnerabilidad. La entrega de “Chalquito” al diputado Francisco Vázquez Rodríguez, quien asumió su adopción, muestra cómo las acciones individuales pueden amplificar los resultados de estos esfuerzos colectivos. Sin embargo, este caso debería ser más que una historia aislada: debe ser un llamado a la acción. Es fundamental que se intensifiquen las campañas de concienciación sobre el cuidado animal, así como la promoción de programas de adopción responsable y la inversión en infraestructura para la rehabilitación de animales.

Francisco Vázquez Rodríguez / Foto: Jorge Alvarado
Francisco Vázquez Rodríguez / Foto: Jorge Alvarado

El reto que viene

La reciente aprobación de la reforma electoral en el Estado de México coloca un reto significativo para Amalia Pulido, presidenta del Instituto Electoral del Estado de México. Más allá de garantizar una organización eficiente del proceso electivo de jueces y magistrados, Pulido deberá liderar una coordinación efectiva con los Poderes del Estado para definir el presupuesto necesario. Esta tarea no solo exige una planeación logística rigurosa, sino también la capacidad de priorizar recursos para aspectos fundamentales como la contratación de personal eventual, la impresión de boletas y la implementación de medidas de seguridad. El desafío de Amalia Pulido no se limita a la organización, sino que también incluye fomentar la participación ciudadana en un proceso electoral inédito en la entidad. El abstencionismo es un fantasma permanente.

Amalia Pulido / Foto: Especial
Amalia Pulido / Foto: Especial

Las ruinas del PRI

El Partido Revolucionario Institucional en el Estado de México enfrenta uno de los momentos más desafiantes de su historia reciente. Con la renuncia de Ana Lilia Herrera Anzaldo a la dirigencia estatal y el éxodo de varios de sus militantes hacia Morena, el partido busca reconstruirse en un escenario político adverso. La convocatoria para la elección de una nueva dirigencia y Secretaría General, programada para febrero, es un intento de sentar las bases de un resurgimiento en medio de la fragmentación y el desgaste. Sin embargo, el reto no solo radica en elegir líderes capaces, sino en redefinir un proyecto político que inspire confianza y devuelva al PRI su relevancia en un contexto dominado por el avance de Morena. Para el PRI, este proceso interno es más que un trámite administrativo: es una oportunidad de renacer desde las ruinas donde se encuentran.

Ana Lilia Herrera Anzaldo / Foto: Jorge Alvarado
Ana Lilia Herrera Anzaldo / Foto: Jorge Alvarado

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