Murió David Lynch. El pasado jueves nos enteramos de esta trágica noticia que, como siempre ocurre cuando se va un genio, nos deja sumidos con un sentimiento de orfandad en un mundo que, tal y como lo describió su familia, tiene un gran agujero ahora que ya no está con nosotros.

Hablar de su fascinante obra, que trascendió el cine para formar parte de la cultura popular, es adentrarnos en un universo rico y complejo que en momentos pudiera parecer confuso y, en otros, ingresar en un laberinto visual y narrativo que debemos transitar para encontrar una salida.

Entre obras de arte como Eraserhead, El hombre elefante y Mulholland Drive, me quedo con Lost Highway, que además tiene un soundtrack increíble producido por el líder de Nine Inch Nails, el mítico Trent Reznor, con temas y colaboraciones eclécticas que van desde David Bowie y Angelo Badalamenti, pasando por The Smashing Pumpkins, Lou Reed y Rammstein para terminar con Antonio Carlos Jobim y Marilyn Manson, que hace un cover a “I put a spell on you”, un clásico de 1956 grabado originalmente por el camaleónico Screamin’ Jay Hawkins.

Claro que no todo fue miel y hojuelas en el universo lynchiano, pues el mismo odiaba y evitaba hablar de Dunas, una cinta que representó un enorme fracaso y tiene una historia bastante polémica.

Fue Alejandro Jodorowsky quien se apuntó de primera mano para adaptar a la gran pantalla esta obra monumental de Frank Herbert que publicó originalmente en 1965. El director chileno, que había escrito un guión de entre 9 y 10 horas de duración, tenía entre la terna de actores que iban a participar a: Salvador Dalí, David Carradine, Orson Welles y Mick Jagger. Fue Dalí, por cierto, quien le aconsejó contratar al artista H. R. Giger para encargarse de los diseños, aunque el propio Jodorowsky ya contaba con la ayuda del maese francés Moebius.

Dicho proyecto no se realizó al final (si quieren saber más, vean el documental Jodorowsky’s Dune, que ya está en plataformas de streaming) y, en 1984, le ofrecieron a Lynch encargarse de adaptar esta saga de ciencia ficción. Cosa curiosa: en este punto Ridley Scott había abandonado el barco también.

Aunque por aquel entonces ya había rechazado dirigir “El retorno del Jedi” tras reunirse con George Lucas, cuentan que Lynch quedó fascinado por el libro de Herbert así que aceptó encargarse del proyecto que estaba en manos del productor italiano Dino de Laurentiis y su hija Raffaella.

Entre lo más destacable de esta producción, para ser sinceros, debemos recalcar que las escenas en interiores fueron grabadas a lo largo de seis meses en los míticos Estudios Churubusco donde se construyeron 70 sets para la ocasión. El impresionante paisaje de las Dunas de Samalayuca, en Chihuahua, fueron la locación elegida para representar al planeta Arrakis. Ya que mencionamos a Jodorowsky: en los 70’s filmó El Topo en estas mismas dunas, al igual que Buñuel aprovechó para grabar escenas de Simón del Desierto (con su musa, la recién fallecida Silvia Pinal) y Arnold Schwarzenegger se puso en la piel de Conan el Bárbaro. Ah, ¡y no olvidemos la actuación de Sting en esta cinta de culto!

Si desean entrarle a un par de libracos sobre el buen Lynch, acérquense a “Regreso a Twin Peaks”, para aquellos amantes de Dale Cooper y esta mítica serie que fue un fenómeno de masas. Editado por Errata Naturae con una edición sobria pero muy chévere sobre este pueblo de la América profunda.

Uno más: “David Lynch. El hombre de otro lugar” de Dennis Lim que se editó en la colección Héroes Modernos de Alpha Decay. Así que tenemos Lynch para rato, aunque ya no camine entre nosotros.

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