Puesta en marcha en 2015, la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA) instó a que los gobiernos estatales instituyeran sus respectivos grupos de trabajo. Así comenzaría a propagarse la mencionada estrategia nacional, en un esquema organizacional de calca a escala. GEPEA es el acrónimo que alude a cada Grupo Estatal para la Prevención del Embarazo en Adolescentes. En todas las entidades del país fueron creados a similitud de la ENAPEA.
Al concluir el primer año, la ENAPEA notificó que 15 entidades habían instalado su correspondiente grupo estatal; entre ellos ya figuraba el GEPEA, Estado de México. Cada grupo ha emanado de su propia Secretaría General de Gobierno (o como cada entidad designa a esa dependencia). La representación corre a cargo del Consejo Estatal de Población (COESPO). Esta dependencia coordina las labores de prevención del embarazo en adolescentes en su demarcación estatal. La Secretaría Técnica del GEPEA es manejada por la Secretaría de las Mujeres, o bien, por la instancia equivalente. Por ejemplo, en Puebla, la dependencia se denomina Secretaría de Igualdad Sustantiva.
Durante los últimos años, la ENAPEA ha insistido en la importancia que tiene el esfuerzo tangible, medible y evaluable que deberían realizar los poco más de 2,400 gobiernos municipales. Mediante la instalación y funcionamiento de Grupos Municipales para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (GMPEA) es como se podría trabajar territorialmente y de manera focalizada con aquella población que más cuidado necesita. Por cierto, las y los adolescentes que están fuera del sistema educativo son quienes más atención requieren en salud sexual y reproductiva.
En este sentido, sería prudente que la LXII Legislatura del Estado de México tome cartas en materia de prevención del embarazo a temprana edad y en atención a las madres adolescentes. Invariablemente la entidad ha ocupado el primer sitio en el contexto nacional, ya que diariamente 115 adolescentes se convierten en madres. Es una tarea enorme y compleja que requiere recursos humanos plenamente capacitados y presupuesto etiquetado. Tanto el capital como las(os) profesionales, deben venir de los tres ámbitos de Gobierno: federal, estatal y municipal, así como de la sociedad civil organizada.
Al respecto, van cuatro interrogantes: ¿cuánto dinero ha destinado el Gobierno del Estado de México para prevenir y atender causas y consecuencias del embarazo en adolescentes? ¿Qué suma monetaria han aplicado cada uno de los 125 municipios? ¿Cuáles han sido los resultados, desde que se puso en marcha la ENAPEA? ¿Ese capital invertido y los recursos humanos han sido suficientes y oportunos? La Agenda 2030 está a la vista y, en esta materia, hay metas que deben cumplirse.