En Toluca, el Parque Estatal Sierra Morelos, la mayor área natural protegida dentro de la ciudad, enfrenta una amenaza grave: la construcción de un centro de bienestar animal para pequeñas especies. Aunque la intención detrás de este proyecto parece noble, su ubicación en una zona de vital importancia ecológica y ambiental plantea serios problemas que no pueden ser ignorados.

El Parque Sierra Morelos es un oasis de biodiversidad en una ciudad cada vez más urbanizada. De acuerdo con especialistas, existen más de 441 especies de plantas nativas, 184 especies de aves, y varias especies de reptiles y mamíferos, muchas de ellas en peligro de extinción. Es por esto que el parque desempeña un papel crucial en la preservación de la fauna y flora locales. Además, cumple funciones esenciales como la recarga de mantos acuíferos, la captura de carbono, y la mitigación del efecto de isla de calor en Toluca.

Este ecosistema único está ahora amenazado por la construcción de un centro que, aunque pretende ser un refugio para perros y gatos, pone en riesgo la biodiversidad del parque. El proyecto incluye una clínica, un crematorio, y áreas de adiestramiento, lo que generará residuos químicos y biológicos que podrían contaminar el suelo, el agua y el aire del parque.

Además, la zona del Sierra Morelos es de gran importancia para la recarga hídrica, y cubrirla con más concreto y asfalto reducirá su capacidad de infiltración, exacerbando problemas como la escasez de agua y las inundaciones que año con año aumentan.

Fallas en la planeación y consulta pública

Este proyecto pone de manifiesto una preocupante falta de transparencia. En 2015, una gaceta gubernamental determinó, tras una consulta pública, que esta zona no debía ser utilizada para construir. Sin embargo, años después, las autoridades iniciaron un proyecto sin informar a la comunidad ni considerar los graves impactos ambientales. La comunidad se enteró de la obra cuando las máquinas ya estaban trabajando, dejando a los vecinos fuera del proceso de toma de decisiones.

Además se llevó a cabo sin una evaluación de impacto ambiental, sin consultar a los ciudadanos y con el objetivo de integrar instalaciones para especies exóticas invasoras, así como perros y gatos, en un área que alberga especies nativas amenazadas. La normativa ambiental, como la NOM-059-SEMARNAT, protege a estas especies, y cualquier acción que las vulnere debe ser detenida. Actualmente, hay un proceso judicial en curso y se ha promovido un amparo para evitar la ejecución del proyecto.

Es importante resaltar que no se trata de estar en contra de los centros de bienestar animal; se trata de exigir que se construyan en lugares adecuados. Existen numerosas opciones fuera del área protegida donde este proyecto podría cumplir su propósito sin afectar al medio ambiente.

Por otro lado, el problema de los perros y gatos en situación de calle requiere políticas públicas que consideren las campañas masivas de esterilización y adopción, el apoyo a protectoras de animales ya existentes, entre otras acciones. Es decir, es necesario un proyecto que sea integral y transdisciplinario en donde participen vecinos y vecinas, sociedad civil organizada y comunidad científica.

La lucha para reubicar este centro es un ejemplo de justicia ambiental en acción, colectivos como INEETSI han trabajado arduamente para informar a las autoridades y al público sobre las implicaciones del proyecto. La protesta pacífica, incluyendo cadenas humanas y reuniones con funcionarios, busca no solo detener la obra, sino también promover un modelo de desarrollo inclusivo y sostenible.

La construcción de un centro de bienestar animal dentro del Parque Sierra Morelos no solo amenaza uno de los ecosistemas más importantes de Toluca, sino que también representa una violación al derecho a un ambiente sano, protegido por el artículo 4° de la Constitución mexicana. Este caso destaca la urgencia de replantear cómo se toman decisiones que afectan nuestro entorno y nuestra calidad de vida. Proteger la naturaleza es proteger nuestro futuro, y es debido a esto que dedico las presentes líneas a la exigencia social, para lograr que se reubique este proyecto, con la intención de preservar el invaluable ecosistema del Sierra Morelos.