La polarización siempre ha estado presente en nuestro país, tenemos lo aceptemos o no, una sociedad clasista y racista. Esto es evidente en los escritos, películas y en general en la mayoría de los medios de comunicación, donde se hacía (se sigue haciendo) escarnio abiertamente “de los otros”, esos que “no son con como nosotros”. Con el avance del concepto de lo políticamente correcto se ha intentado aparentar que lo anterior no existe y nunca existió, que es un problema ajeno a nuestro medio. Basta con observar el comportamiento social; en cualquier sitio: escuelas, gimnasios, en la calle, en el hogar, se habla despectivamente del que es diferente por el color de la piel, origen, nivel sociocultural, situación económica, preferencia sexual o política, todo aquel que no comparte nuestras creencias y costumbres.
Hasta hace pocos años era común ver en los medios de comunicación, televisión, radio y revistas como el estereotipo del indígena, homosexual, discapacitado era (aun lo es) utilizado para hacer parodias y comentarios, para algunos graciosos, para los involucrados denigrantes, y que acentuaba la percepción de un país de diferentes. En la actualidad, algunos medios de comunicación y varios actores políticos han querido utilizar como slogan: la polarización de la sociedad que se creó en este régimen. Cuando en realidad lo único que este movimiento ha hecho es desenmascarar un problema ya existente.
Durante años fuimos testigos de cómo deportistas, empresarios, personajes de la farándula y políticos manejaron la sociedad a su antojo, violentando en muchos casos la ley sin ninguna consecuencia. Políticos que al amparo de su cargo medraron, empresarios que se consideraron demasiado especiales como para tener que cumplir con sus obligaciones fiscales y patronales. Medios de comunicación que calumnian o dicen verdades a medias, donde impera el ataque y no la información. Al grito de polarización pretenden evadir la ley. Señalar a quien actúa de manera tal que lesiona el tejido social, no es dividir. Quien contesta a la mentira y el ataque sistemático ofreciendo su versión, no está difamando. Exigir que se cumpla con lo que marca la ley no es agredir.
No se trata de denostarnos entre nosotros, sí de condenar las acciones que dañan el funcionamiento de la comunidad: la corrupción, el avasallamiento del poderoso en beneficio de sus intereses particulares, la falsedad, la simulación, el odio al diferente y esto con todo respeto, no es polarizar.
Se ha logrado una sociedad contestataria que responde, cuestiona y analiza lo que se publica, se ve y se dice en los medios de comunicación comerciales. Precisamente, esto es lo que extraña a quienes se sienten poseedores de la verdad absoluta y que viven de defender sus privilegios y a quienes con ellos los comparten.
Como todo conflicto, lo primero por hacer para encaminarnos a la solución; es aceptar que existe un problema. Lo segundo analizar y ver posibilidades de remediar mediante la educación formativa en todas las personas, sin importar la edad. Así mismo, el acceso a información y prácticas de integración para todos.
Ya basta de vernos por nuestras diferencias y comencemos a vernos por nuestras similitudes. Es justo en estos momentos que debemos dejar de estar como entes separados. Nuestra presidenta la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo nos ha dado una catedra de diplomacia y habilidad política, aprovechemos esta coyuntura para sumarnos a su gran labor.
En el Estado de México contribuiré desde el espacio que la ciudadanía me dio a luchar por una sociedad más justa e incluyente, teniendo presente que el servicio público es eso SERVICIO.
MARIA JOSE PEREZ DOMINGUEZ
Diputada Local Distrito XXIII Texcoco