Algunos políticos y legisladores de Morena en el Estado de México han sido criticados por gastos personales elevados que contradicen las políticas de austeridad que ese partido promueve.
El más reciente es el caso del secretario de Movilidad, Daniel Sibaja, a quien le ventilaron gastos millonarios en una hacienda en Morelos por la fiesta de su boda, cosa que él ya ha negado, aunque circularon imágenes del caso.
Esto se discutió incluso en “la mañanera”, donde la presidenta Claudia Sheinbaum comprometió una investigación y que tomaría medidas.
Lo cierto es que hay un asunto de preocupación aquí, pues la mística de la gobernadora es otra, completamente distinta.
Delfina Gómez se comporta y demuestra que vive conforme a los principios de austeridad, en todos sentidos. Es una mujer sencilla, alejada de ostentaciones y parafernalias.
Además, la mandataria estatal ha hecho cumplir esos principios en su gobierno. Es bien sabido que los salarios sufrieron ajustes tan drásticos que en los mandos medios han perdido personal capacitado y con experiencia debido a que los sueldos son bajos.
Eso ha implicado la contratación de mucha gente menos experimentada, lo que complica el desempeño de las diferentes áreas de la administración y llevará un tiempo para que el agua vuelva a su nivel. Es un precio que la gobernadora está dispuesta a asumir para ser congruente con el discurso.
El caso el que no todos en el entorno político de la mandataria estatal parecen entender que esa es la marca de este gobierno y su partido. No deberían dejarlo en el discurso, sino vivir en función de esa ideología: no puede haber gobierno rico con pueblo pobre. Bueno, el gobierno lo hacen todos los funcionarios, no solo la gobernadora.
No es lógico que los salarios de los de en medio disminuyan mientras los altos funcionarios tienen este tipo de señalamientos.
Sin embargo, se ha identificado el uso de camionetas de alta gama, ropa de marcas extravagantes y otros excesos.
El Estado de México no es el único, ciertamente. En otras entidades y en su propio partido se han ventilado circunstancias parecidas.
En 2023, el partido incluso fue sancionado por el Instituto Nacional Electoral (INE) al no devolver 155 millones de pesos de remanentes que había retenido ilegalmente durante el período de implementación del llamado “Plan B”.
Estos casos generan controversia y han alimentado las críticas de quienes ven estos gastos como excesos en tiempos en los que Morena defiende una agenda de austeridad republicana en el país.
La última trinchera
Mientras tanto, el choque de grupos dentro del Estado de México parece no apaciguarse.
Ya estamos a finales del año, se espera la discusión del presupuesto para el 2025, que marcará el inicio del trabajo real en el Estado de México, pues el Plan de Desarrollo está trazado de esa forma.
Sin embargo, hay quienes se disputan el liderazgo y la prioridad de sus proyectos sobre los otros, sin pensar que todo urge y no se puede desechar a nadie.
Incluso el propio Daniel Sibaja aludió al “fuego amigo” en las filtraciones de información respecto de su boda. ¿Será?
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