Hace un par de días, en redes sociales, una compañera periodista publicó una fotografía del ex gobernador Arturo Montiel en un recorrido por Chalco, con el agua hasta las rodillas en medio de la inundación por la temporada de lluvias y la reflexión obligada es ¿desde cuándo y hasta cuándo?

Lo cierto es que los problemas de infraestructura del Valle de México y el oriente del estado no son nuevos, por el contrario, han crecido al ritmo de la población, o peor.

Durante décadas esa región mexiquense ha sido la receptora de millones de mexicanos que buscan mejores oportunidades de vida en la capital del país -ahora Ciudad de México- y terminan habitando en nuestra entidad.

Lo cierto es que ni nuestros municipios, ni las autoridades estuvieron nunca preparados para esta migración masiva a la que el Estado de México ha estado sometida por décadas, lo que en buena medida es la causa de tantas deficiencias en servicios e infraestructura urbana.

No se trata solo de un municipio o de una región, los desastres se extienden más y crecen cada año, se agravan las afectaciones, en algunos lugares al punto de ser insostenibles.

Hoy, luego de décadas de migración masiva, de malas administraciones, de descuido y abandono por gobiernos municipales quebrados, incapaces de responder a las necesidades de una población creciente y demandante, estamos en un punto crítico en más de una localidad.

¿De quién es la culpa? Desde luego que las autoridades municipales y estatales son las principales responsables en el desorden urbano en el que tenemos convertida por lo menos la mitad de este gran estado, que ha sido tan generoso como para recibir a millones de almas en busca de un mejor futuro.

Tampoco se puede asegurar que nadie hizo nada, o que todo lo anterior estuvo mal. Hubo importantes esfuerzos en diferentes momentos de la historia, pero claramente insuficientes.

El caso es que hoy, éstas son las circunstancias y, ante el cambio de paradigma que implica la hegemonía casi absoluta de Morena, habría que aprovechar para transformar la manera en que vemos y prevemos el crecimiento urbano.

La transición a los gobiernos de izquierda obedece a la necesidad de una visión diferente desde el gobierno y la toma de decisiones, la idea básica es que no pueden entender gobernantes ricos las necesidades de un pueblo pobre.

En ese contexto, esperaríamos que los gobiernos de la 4T tengan la sensibilidad necesaria para entender que no podemos continuar con esta forma desordenada de crecer.

Hoy, cuando la llegada del tren suburbano a la Ciudad de México es una realidad, estamos atrasados, nuevamente, en la planeación. Sin embargo aún hay tiempo de hacerlo bien, al menos mejor que en el pasado, para construir una realidad mejor ahora y para las futuras generaciones.

La última trinchera

Entre dimes y diretes, la diputada Paola Jiménez se va de la bancada priista y se postula independiente…por ahora.

A la larga, no está claro si se fue o la echaron, por contravenir el sentido del voto que su grupo parlamentario había determinado para la aprobación de la Reforma al Poder Judicial.

Lo verdaderamente interesante estará en saber cuánto tiempo le dura la “independencia” y quién la incluye, porque ser la diputada única de la bancada independiente no parece el mejor plan de acción. Veremos.

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