Oposición minimizada
Pasaron la mitad de las comparecencias en la Cámara de Diputados mexiquense y tuvimos la oportunidad de confirmar que la oposición ha muerto.
Es lamentable el papel que han hecho los partidos del bloque opositor desde el Congreso y la forma en la que la presencia del PRI y PAN se desdibujan. Ya ni qué decir del PRD.
En los 20 años recientes la composición del Congreso mexiquense cambió paulatinamente, pero de forma decisiva.
Las legislaturas de los años 2003 al 2018 tuvieron más o menos la misma estructura, con mayoría priísta de entre 43 y 44 diputados. PAN y PRD estaban parejos, con 10 legisladores y Morena lograba su primera bancada con un diputado en el 2012.
Luego, en su segunda participación en elección de diputados mexiquenses, la bancada de Morena creció a 27 en 2018, cuando obtuvo su primera mayoría. El PRI pasó a segunda fuerza política con 18 diputados y el PAN a tercera con 14.
En esa bancada, sumados los grupos parlamentarios “amigos” sumaban dos bloques que más o menos lograban equidad representativa, cosa que en 2021 quedó superada con la mayoría de Morena con 36 escaños, frente a 16 del PRI, 11 del PAN y 4 del PRD.
Actualmente, Morena tiene mayoría absoluta con 39 diputados, a los que se suman los de sus aliados (6 del PT y 8 del PVEM).
Eso significa que a Morena le llevó solo 2 legislaturas superar al tricolor, en todos sentidos, y tomar el control político del Estado de México, que durante toda su historia había sido el centro del priismo nacional.
Es evidente que hay mucha historia detrás de esos 6 años de legislaturas, pero uno no esperaría que el pasado tricolor no tenga más que decir que “sí señora”.
Y no es que se espere una guerra abierta, ni mucho menos confrontación sin sentido, pero están obligados a una postura crítica, que les corresponde como oposición.
Uno pensaría que haber gobernado durante tantas décadas, en estado y municipios, les da elementos para hacer señalamientos claros, objetivos y certeros. Ser una oposición inteligente que ponga el dedo en la llaga.
Lo mismo se puede decir del PAN, que, si bien no llegó a la gubernatura, le faltó poco. Además, llegó a tener mayoría en el Congreso y durante al menos 3 trienios gobernó casi la mitad del Estado.
Sin embargo, se les nota tímidos y reticentes, por decir lo menos.
Al final, parecieran no haber entendido en toda su historia que la oposición al poder político es necesaria para equilibrar y ofrecer oportunidades de crecimiento a la democracia y, por consiguiente, a la ciudadanía.
Esta es su última oportunidad, si es que queda alguna, de demostrar que pueden ser útiles y leales a los mexiquenses. Después, será imposible.
Por lo pronto, todavía les quedan dos comparecencias, veremos si consiguen despertar, salir del estupor que aún los tiene paralizados.
La Última Trinchera
La presidenta Claudia Sheinbaum estuvo este fin de semana en el Estado de México y trajo buenas noticias para las mexiquenses.
Lo interesante es que, desde el arranque, la primera mandataria mexicana está mostrando un apoyo decidido a nuestra entidad y a la gobernadora Delfina Gómez.
Es momento de mujeres en política y Delfina Gómez estará más que fortalecida desde ahora y en los años venideros. Aprovechemos.
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