Ya se ha discutido con frecuencia, en especial en los últimos tiempos, la necesidad de cambiar nuestra relación desde la sociedad y los gobiernos, con el agua y hoy es urgente.
En Toluca, de manera particular, no es un asunto que podamos postergar y la mitad del trienio pasado sólo se tomaron medidas de contención de la crisis, con un pésimo manejo de los recursos y de la atención a la ciudadanía, como si se tratara de algo temporal que se resolvería por sí solo.
El Sistema Cutzamala, una de las principales fuentes de abastecimiento para la capital del estado, ha enfrentado diversos episodios de sequía.
Seguir con la idea de consumir, depredar y tomar lo que necesitamos de donde haga falta al costo que sea no ha resultado bien para nadie, ¿no es momento de cambiar el paradigma?
Este gobierno estatal, al menos en teoría, ha iniciado, pues ya tenemos una secretaría del Agua, encabezada por un experto como Pedro Moctezuma, que no se enfoca únicamente en el consumo y la búsqueda de afluentes nuevos.
De inicio plantea tres ejes para la gestión del agua: abastecer déficit, regular inundaciones y generar desarrollo económico.
Estas tres están concatenadas, pues el abastecimiento del déficit tiene implicaciones más amplias que sólo consumir.
Además, estos mecanismos nuevos que se plantean para el abastecimiento implican utilizar el agua que genera inundaciones, lo que significa un manejo mucho más inteligente de la crisis.
Este concepto nos lleva al tercero, que es generar desarrollo económico en el que estén involucradas las comunidades con la conformación de cooperativas para turismo, viveros, siembra de tilapia y otras más.
Por lo pronto, en Toluca, se ha presentado el primer proyecto de Fábrica de Agua del Estado de México, que permitirá dejar de utilizar agua limpia en la industria y tener mayor alcance en la dotación de agua potable para los ciudadanos.
Este primer programa piloto, se llevará a cabo en el Parque Alameda 2000, donde se recuperará el agua de lluvia y en el lago que ahí ya existe se tratará mediante dos procesos, ambos naturales, para su uso en la industria.
El agua se distribuirá por una vía distinta, llamada línea morada y en una primera etapa servirá para actividades comerciales que no requieran la calidad del agua potable.
A futuro habrá más fábricas de agua y todas se conectarán a una línea intermunicipal que correrá sobre la vialidad Las Torres desde Zinacantepec hasta Ocoyoacac.
En ella se recolectará agua tratada de las zonas urbanas y distribuirá en una Línea Morada para abastecer zonas industriales, lo que permitirá aumentar el caudal de agua potable a los hogares.
Además, estas fábricas de agua permitirán reutilizar la que lleva el Río Verdiguel, por ejemplo.
Los expertos hablan de que habrá capacidad de generar entre 1 y 3 metros cúbicos por segundo, que es una cantidad importante.
La última trinchera
Las autoridades relacionadas con seguridad, como la secretaría y la fiscalía mexiquense, están trabajando a marchas forzadas con los operativos organizados desde la federación, como son Atarraya y Enjambre.
Hay ya detenciones importantes y se ha logrado desarticular más de una operación de las grandes bandas delictivas en la entidad.
Al parecer, desde el gobierno federal se ha presionado a la policía estatal para que participe, aunque no tiene toda la información de primera mano. La gobernadora Delfina Gómez está decidida a dar el siguiente paso para avanzar en este tema, contra viento y marea.
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