En el Estado de México, la recaudación propia de los municipios, es decir, los ingresos provenientes de impuestos, derechos, productos y aprovechamientos, representa históricamente un porcentaje muy bajo del total de sus ingresos.
El estimado de recaudación propia está entre el 10 y el 20%. Si bien les va, los municipios con mejor recaudación pueden alcanzar entre 20 y 25%, como es el caso de Naucalpan, Metepec y Toluca.
Ya ni hablar de las localidades más pequeñas o con menor capacidad administrativa, que apenas llegan al 5 y cuando mucho al 10%.
Históricamente la principal fuente de recaudación propia de los ayuntamientos es el impuesto predial, que representa el ingreso más significativo vía impuestos. Sin embargo, es bajo en comparación con el potencial estimado, ya que muchos carecen de catastros actualizados.
En promedio, el predial representa entre el 5% y el 10% de los ingresos totales.
Por lo demás, logran alimentar sus arcas con el cobro de otros servicios como agua potable y licencias, que representan otro porcentaje importante, pero su eficiencia varía según el municipio.
Sin embargo, las multas y permisos planea el gobierno estatal limitarlos o desaparecerlos, por considerarlos una fuente de corrupción.
Lo cierto es que el Estado de México es el segundo que más aporta tanto al PIB como en el predial, pues participa con cerca del 9% del PIB y sus municipios aportan algo más del 11% del predial de todo el país, además tiene recaudación predial alta de 0.31 y 0.24 por ciento de su propio PIB.
Aun así, los ingresos propios municipales son francamente bajos, constituyen aproximadamente el 14% del total de los ingresos de los ayuntamientos.
Este problema históricamente está relacionado con la alta dependencia de las transferencias federales y estatales, que representan entre el 75% y 85% de los ingresos totales.
Sin embargo, en los seis años de gobierno de López Obrador, los recursos derivados a los municipios disminuyeron de manera significativa, lo que deja a los alcaldes en la necesidad de endeudarse irremediablemente para poder hacer un gobierno propositivo y verdaderamente autónomo.
Esta es una condición histórica que causa la inoperancia de los gobiernos municipales y, por lo tanto, afecta su credibilidad.
Se vuelve una especie de círculo vicioso en el que la gente no aporta ni participa porque no ve reflejado el dinero en obras y servicios, mientras que las autoridades cada vez menos opciones tienen para dar buenos resultados.
Justo ahora, con la hegemonía de Morena en el gobierno, podría ser la oportunidad de encontrar un punto medio, en el que los municipios reciban suficientes recursos y el trabajo conjunto de los tres niveles de gobierno saque del atolladero a las alcaldías, pero eso requiere un enorme esfuerzo de voluntad política. ¿Se podrá?
La última trinchera
El secretario general de gobierno, Horacio Duarte, asegura que los inicios de administraciones municipales han sido terso, salvo un par de incidentes.
Sin embargo, en más de una localidad los servicios están paralizados e inoperantes.
Algunos pasaron el fin de año sin servicio de limpia o seguridad y en otros no hay vehículos oficiales para operar las actividades básicas de los gobiernos municipales. Eso sí, las ventanillas de cobro de impuestos sobreviven al cambio de administración, aunque no todas con la misma eficiencia.
Va a ser complejo que todos los gobiernos municipales retomen sus funciones y tareas, esperemos que no les lleve demasiado tiempo.
Síguenos en nuestras redes sociales:
Instagram: @eluniversaledomex, Facebook: El Universal Edomex y X: @Univ_Edomex.