Ecatepec es el municipio con las calles más destruidas del país; 8 de cada 10 de sus habitantes lo consideran inseguro, el cuarto peor a nivel nacional; es el segundo con más fallas en el suministro de agua potable; tercero con alumbrado público deficiente y el 91 por ciento de la población considera que el gobierno municipal no ha sido efectivo para enfrentar los problemas.
Son datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del tercer trimestre de 2024 (https://www.inegi.org.mx/contenidos/programas/ensu/doc/ensu2024_septiembre_presentacion_ejecutiva.pdf). Números fríos que muestran la dolorosa realidad en el municipio más poblado del Estado de México. La herencia de seis años de un gobierno que se dedicó a echar culpas al pasado, a pelear hasta con la sombra y a acosar a la prensa ante el más mínimo cuestionamiento.
El cierre de administración fue el fiel reflejo del doble periodo de gobierno de Fernando Vilchis: confrontación, bloqueos, trabajadores inconformes, acusaciones por todos lados hacia propios y extraños. Once animales desaparecidos del Parque Ecológico Ehécatl y más de 1.6 millones de habitantes en el abandono.
Que la falta de pagos que sufrieron cerca de mil sindicalizados en plenas fiestas decembrinas era algo desconocido para él, dijo en la Cámara de Diputados, porque desde hace cuatro meses ya no era alcalde sino legislador.
Y así, seis años de señalar a otros, opositores o de su propia causa. Tal vez no hay actor político de Ecatepec y hasta del Edomex que no haya sido blanco de las flamígeras palabras del exedil que llegó a la alcaldía por Morena. Así surgió y creció su figura política.
Por la vía mediática se creó una imagen y resultados que lo llevaron a pelear por la candidatura a la gubernatura y al Senado y, tras fracasar en dichos intentos, llegó al PT para desplazar de la dirigencia estatal a un viejo lobo de mar como Óscar González Yáñez.
Hoy, mientras la alcaldesa Azucena Cisneros Coss reconoce que “se sacó la rifa del tigre”, salen a la luz supuestas liquidaciones millonarias para supuestos familiares del exedil; y el diputado local Octavio Martínez reunió a miles de personas para iniciar un movimiento de desafuero de Vilchis por presuntos actos de corrupción y malos manejos financieros.
Pero más allá de dimes y diretes, los problemas ahí están latentes. Hay colonias donde ver el agua caer por una llave solo es un recuerdo. Hay calles donde no se trata de evitar un bache, sino de caer en el menos malo. Hay mujeres y hombres que cada día salen a trabajar o a estudiar, con la angustia de no ser asaltados.
Hoy hay todo un municipio esperando que la primera mujer que llega a la presidencia municipal cumpla con las expectativas y con los dichos que durante muchos años de lucha ha abanderado. No es tarea fácil, pero no se puede esperar menos.
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