¿Sabe usted dónde están sus hijos?, era la pregunta de antaño. La de hoy es: ¿sabe a qué o con quién están jugando en línea? Una respuesta para quienes tienen hijos en preescolar, primaria y secundaria sería Roblox.

Se trata de una plataforma y sistema de creación de videojuegos, que permite a los usuarios programar y jugar videojuegos creados por ellos mismos. Hace unos días, fue la vía que usaron ciberdelincuentes para enganchar a una niña en Ecatepec e intentar extorsionar a sus padres. Uno de nueve casos de este tipo registrados en el municipio en lo que va del año.

Le prometieron regalarle tarjetas para comprar en la tienda virtual de Roblox, a cambio de datos personales y números telefónicos de sus padres. Luego le dijeron que fuera a un parque cercano a su casa porque “estaban golpeando a sus papás”; al salir, llamaron para decir que la tenían secuestrada y exigieron 35 mil pesos por su liberación. Al final la niña fue hallada y no se consumó ningún delito.

Así de vulnerables estamos ante estos enemigos silenciosos e invisibles.

En México, Roblox tiene unos 21 millones de usuarios, de los cuales 4.9 millones son niños entre 9 y 15 años de edad, según Insight Society, organización dedicada a la investigación en materia de ciencia, ingeniería y tecnología de la información.

En 2020, se estimaba que la mitad de los niños estadounidenses menores de 16 años eran usuarios de dicha plataforma. Hablamos de la generación Alfa, que es como se conoce a las personas nacidas a partir de 2010 y que han crecido en un entorno completamente digital.

La facilidad con que acceden y pueden estar en esa y otras plataformas se ha convertido en riesgo, en especial para los que ingresan sin supervisión familiar y entran en contacto con los desconocidos en línea.

Pero lo malo no son los juegos, sino quienes los utilizan para mal, la falta de regulación y la desatención de los padres.

En 2021, el gobierno federal lanzó un Decálogo de Ciberseguridad para Protección de Menores, luego de que tres niños oaxaqueños fueran secuestrados por criminales que los querían obligar a trabajar como halcones. Los habían contactado a través de Free Fire.

En el Edomex, desde 2021, es delito el grooming, que es cuando un adulto contacta a un niño, niña o adolescente con el objetivo de ganarse su confianza para después involucrarle en alguna actividad de explotación sexual; la pena es de 16 años de prisión.

Un estudio de Grooming Latam, en 2024, señala que 4 de cada 10 niñas, niños y adolescentes de América Latina tienen conversaciones con desconocidos a través de internet. Al 15% les solicitaron imágenes desnudos o semidesnudos y al 26% se les ofreció un noviazgo virtual.

Por eso es más que urgente trabajar en materia legislativa para proteger plenamente a los menores en el entorno digital, crear campañas preventivas y de información para padres de familia, en escuelas y para los niños, niñas y adolescentes. Y, sobre todo, estar más pendientes de ellos.

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