Gobernar es comunicar. Con el inicio de las nuevas administraciones municipales en el Estado de México, las alcaldesas y alcaldes deberían tenerlo muy claro.
Estos primeros días de gobierno deben marcar diferencia con el antecesor, o referir la continuidad y mejora en el caso de los reelectos.
Pero comunicar no solo es informar lo que se hace. Al hombre o mujer que sale a trabajar a las 5 de la mañana no le interesa si la bandera se izó, por poner un ejemplo.
No solo es subir historias o reels de abrazos y felicidad. Comunicar de manera eficaz es transmitir mensajes claros, directos y sencillos de la manera de hacer las cosas y el beneficio directo al bolsillo o las condiciones de vida. Es ir más allá de un lema.
Veamos el caso de los 10 municipios más poblados de la entidad. ¿Sus lemas transmiten de manera clara para la gente, la visión y nueva manera de hacer las cosas?:
- Ecatepec: ¡Cambio con honestidad!
- Nezahualcóyotl (reelección): Por amor a Neza.
- Toluca: Capital de oportunidades y progreso.
- Naucalpan: Aquí gobierna la esperanza.
- Chimalhuacán (reelección): Gobierno de transformación.
- Tlalnepantla: Nuestra ciudad.
- Cuautitlán Izcalli: Servir con pasión.
- Tecámac: El municipio donde todo es mejor.
- Ixtapaluca (reelección): Gobierno de acciones fuertes.
- Atizapán de Zaragoza (reelección): Sigamos creciendo.
El inicio de todo gobierno es como la carta de propósitos para año nuevo, y al igual que éstos muchos se quedan en el camino.
En redes sociales, el gran comunicador de hoy en día, vemos fotos y videos de los nuevos ediles con palas, escobas, cascos para obra, chalecos, abrazando y sonriendo, pasando lista a policías, cabildos sesionando, festivales de Reyes Magos, infografías con los descuentos por pago de predial y agua, etcétera. Se nota el deseo de mostrar trabajo.
Pero, salvo el caso de Ecatepec, que ya presentó hasta un plan hídrico, no se nota un nuevo rumbo. En el caso de Nezahualcóyotl, Chimalhuacán, Ixtapaluca y Atizapán de Zaragoza se puede entender la inercia del trabajo que ya venían realizando y que los llevó a un segundo periodo de gobierno.
El inicio de todo gobierno es como la carta de propósitos para año nuevo, y al igual que éstos muchos se quedan en el camino.
En redes sociales, el gran comunicador de hoy en día, vemos fotos y videos de los nuevos ediles con palas, escobas, cascos para obra, chalecos, abrazando y sonriendo, pasando lista a policías, cabildos sesionando, festivales de Reyes Magos, infografías con los descuentos por pago de predial y agua, etcétera. Se nota el deseo de mostrar trabajo.
Pero, salvo el caso de Ecatepec, que ya presentó hasta un plan hídrico, no se nota un nuevo rumbo. En el caso de Nezahualcóyotl, Chimalhuacán, Ixtapaluca y Atizapán de Zaragoza se puede entender la inercia del trabajo que ya venían realizando y que los llevó a un segundo periodo de gobierno.
En el caso de la capital mexiquense, lo más que ha mostrado es su programa “Toluca se pone guapa”, una acción reactiva a las condiciones en que se recibió el territorio, pero no transmite la “Capital de oportunidades y progreso” del lema oficial.
Los políticos deben tener claro que en campaña venden ilusiones, pero en el gobierno deben dar resultados, con planes concretos y específicos, con una visión clara. Y comunicarlo.
Tuvieron seis meses para planear su gobierno, para tener un diagnóstico y acciones puntuales. Incluso dentro del cumplimiento de compromisos políticos, siempre por encima está un proyecto, cuando se tiene claridad de lo que se quiere. No hay excusas.
La gente ya no cree en la comunicación de gobiernos maravillosos llenos de sonrisas; quiere un gobierno que haga bien las cosas y le beneficie directamente. Que ambas cosas se comuniquen con eficiencia, es gobernar.
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