Queridas mujeres alquimistas:
Hay algo profundamente revolucionario en ver a una mujer levantar su negocio. No importa si es una tienda pequeña, una marca de ropa, un taller de repostería, una consultoría, un emprendimiento digital o una empresa que da empleo a otras. Cuando una mujer decide crear, ofrecer, negociar, soñar en grande, está moviendo mucho más que su economía personal. Está transformando la de todo un estado.
En el Estado de México somos miles las mujeres que todos los días prendemos la chispa del cambio desde lo económico. Algunas desde sus casas, otras en el tianguis, en oficinas, en línea o en espacios colectivos. Y aunque muchas veces lo hacemos con recursos limitados, con poco apoyo o entre jornadas extenuantes de trabajo y cuidados, no dejamos de avanzar. Porque sabemos que la autonomía financiera también es libertad.
Las mujeres mexiquenses estamos emprendiendo no solo por necesidad, sino por convicción. Porque queremos independencia. Porque queremos construir un legado. Porque queremos demostrar —a nosotras mismas y al mundo— que sí podemos. Que no necesitamos que nadie nos rescate si nos dan las herramientas para volar.
¿Y sabes qué es lo más poderoso de todo esto? Que el emprendimiento femenino está generando impacto real en el desarrollo económico del estado. Estamos creando empleos, circulando recursos en nuestras comunidades, profesionalizando sectores que antes eran invisibles, digitalizando modelos de negocio, innovando con propósito.
Lo estamos haciendo con resiliencia, con creatividad, con intuición… y con fuego.
Sí, con ese fuego que transforma la escasez en abundancia, el miedo en movimiento, la idea en realidad.
Pero aún enfrentamos retos. Muchas mujeres siguen sin acceso a financiamiento, sin asesoría técnica, sin redes de apoyo o formación empresarial. Otras cargan solas con la triple jornada: emprender, cuidar y sostener. Y aún existe el machismo que descalifica, que exige más, que duda, que subestima cuando el liderazgo tiene voz de mujer.
Por eso, este crecimiento necesita más que discursos. Necesita políticas públicas con enfoque de género, acceso justo a créditos, programas específicos para fortalecer a las mujeres en negocios, espacios de formación y mentoría, visibilidad en medios, alianzas con empresas e instituciones. No basta con aplaudirnos, hay que invertir en nosotras.
Queridas mujeres alquimistas, no están solas en esta ruta. Cada venta, cada contrato, cada taller, cada idea que lanzan al mundo, es parte de una revolución silenciosa. Una que está construyendo no sólo riqueza, sino dignidad, comunidad y futuro.
Hoy más que nunca, el Estado de México necesita mujeres que creen, que lideren, que innoven. Mujeres que se atrevan a prosperar, a colaborar, a ser abundantes sin culpa.
Y si estás empezando, si apenas estás soñando con emprender, que sepas esto: hay camino, hay red, hay sororidad. Aquí estamos muchas que ya encendimos la llama. Sólo falta que tú tomes el fuego.
Con visión, con autonomía y con poder.
Instagram: @tribu_hmadi
Síguenos en nuestras redes sociales:
Instagram: @eluniversaledomex, Facebook: El Universal Edomex y X: @Univ_Edomex.