El 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer, una fecha dedicada a recordar la lucha histórica por lograr la igualdad de derechos entre hombres y mujeres; así como una sociedad cada vez más justa, sin distinción de géneros.

Es, y continuará siendo necesario, recordar esta fecha para hacer un recuento de lo alcanzado en materia de educación, trabajo, política, derechos humanos, salud y otros ámbitos de la vida de las mujeres. Sin duda, actualmente es posible notarlo más, comparado con lo vivido por nuestras madres y abuelas. También sirve como un llamado de atención de las grandes deudas que persisten en materia de justicia, seguridad, salarios equitativos y trato igualitario al interior de los hogares, donde mujeres y adolescentes siguen desempeñando roles de cuidadoras, en una proporción de hasta el 75 por ciento, comparado con los hombres, según datos del INEGI (2022).

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, a cargo del INEGI (2021), el Estado de México ocupa el primer lugar con mayor prevalencia de algún tipo de violencia psicológica, física, sexual, económica o patrimonial contra las mujeres, a partir de los 15 años de su vida.

Ante tal escenario, destaca el anuncio de la Guía para la Recuperación de Espacios Públicos con Perspectiva de Género en el Estado de México, por parte de la Secretaría de las Mujeres del gobierno estatal, en el marco de la conmemoración del 8 de marzo.

Desde hace más de una década, Naciones Unidas trabaja con gobiernos locales, nacionales y otras organizaciones públicas y privadas, la iniciativa de ciudades y espacios públicos seguros para mujeres y niñas. Considera que el acoso y la violencia sexual –en espacios públicos– que padecen las mujeres de manera cotidiana, limita su derecho no solo al libre tránsito, sino que tiene otro tipo de afectaciones, como a su participación en la vida pública, al trabajo, a la educación, o al disfrute de actividades de actividades recreativas, culturales o deportivas.

La guía del gobierno de estatal desarrolla una metodología para autoridades, particularmente del ámbito municipal, organizaciones comunitarias, vecinales, académicas y personas interesadas, para que sepan identificar los tipos de espacios públicos, la clasificación de los mismos por la escala de servicio que brindan, por su administración y por su función; los tipos de medidas de recuperación; e, incluso, indicadores cualitativos que buscan orientar a las personas interesadas, en especial a las mujeres, para que la recuperación de los espacios públicos atiendan necesidades concretas.

Cabe notar que esta guía alude a la ciudad, que está estrechamente vinculada a la diversidad étnica, racial, sexual y cultural, como lo señala Naciones Unidas. Según la misma instancia internacional, el derecho a la ciudad es “el derecho de todos los habitantes a habitar, utilizar, ocupar, producir, transformar, gobernar y disfrutar ciudades, pueblos y asentamientos urbanos justos, inclusivos, seguros, sostenibles y democráticos, definidos como bienes comunes para una vida digna”.

Si consideramos que para 2050 el 70 por ciento vivirá en ciudades, según ONU-Hábitat, es urgente que nuestros gobiernos redoblen esfuerzos en limpiar nuestros espacios públicos, desde basura hasta violencia, y más cuando hablamos de posibles agresiones en contra de niñas, adolescentes y adultas.

Hoy tenemos suficiente evidencia que trabajar a favor de recuperar los espacios públicos a favor de las mujeres tiene un efecto multiplicador, porque no solo se evitan violencias que pueden ir desde tocamientos hasta violaciones sexuales, sino que se fortalece el tejido comunitario y se garantizan el disfrute de los derechos de las personas.

Bien que el gobierno de la primera gobernadora mexiquense conmemore esta fecha con acciones concretas a favor de las mujeres.

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