La construcción de un Estado de México más justo, inclusivo y humano comienza desde lo local. Los municipios son el primer contacto de la ciudadanía con el gobierno y tienen la responsabilidad de garantizar derechos y servicios esenciales. En ese sentido, la integración de gabinetes paritarios y la certificación de titulares de Institutos Municipales y Direcciones de la Mujer son pilares fundamentales para avanzar hacia la igualdad sustantiva, un principio rector de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
En 2022, con el Decreto Número 100, el principio de paridad en la administración pública municipal estableció la obligación de integrar gabinetes con al menos 50% de posiciones directivas ocupadas por mujeres. Sin embargo, una investigación del Observatorio de Participación Política de las Mujeres del Estado de México reveló que sólo el 14.9% de los ayuntamientos cumplían con esta disposición, exigiendo medidas contundentes para garantizar que las administraciones municipales 2025-2027 cumplan este mandato.
La igualdad de género en los espacios de poder no es negociable. Garantizar gabinetes paritarios es una medida de justicia y una oportunidad para enriquecer la democracia con una representación proporcional de la ciudadanía.
Hoy, la profesionalización de las titulares en los Institutos Municipales y Direcciones de la Mujer es crucial para consolidar políticas públicas efectivas. La Ley Orgánica Municipal establece que cuenten con un título en ciencias sociales o áreas afines y obtengan, en los primeros seis meses de gestión, una certificación en tópicos de igualdad sustantiva y prevención de la violencia de género. Esta certificación resulta esencial para garantizar políticas sensibles y eficaces, libres de prácticas revictimizantes.
En el Estado de México, hemos legislado al respecto con una iniciativa de mi autoría, donde debe garantizarse la conformación de gabinetes paritarios en los Ayuntamientos, responsabilidad que recae en las y los alcaldes y en quienes integran los Cabildos.
El Estado de México tiene la oportunidad histórica de ser un referente en igualdad sustantiva, lo que ya no depende de la voluntad política; es, en estricto sentido, un actuar con apego a la ley.
Las campañas estuvieron enmarcadas al grito de “tiempo de las mujeres”; los nombramientos dejarán un precedente al cumplir la ley con la integración de gabinetes paritarios, evidenciando si los discursos feministas que tantos y tantas enarbolan son solamente una promesa de campaña, o un compromiso real en el ejercicio de gobierno.
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