El presupuesto 2025 del Estado de México refleja un compromiso significativo con la igualdad de género. Con más de 136 mil millones de pesos asignados a programas destinados a eliminar la discriminación y promover el empoderamiento de las mujeres, este presupuesto busca transformar las condiciones de vida de las mujeres en diversas áreas. Se destacan, entre otras acciones, recursos destinados a atender las Declaratorias de Alerta de Violencia de Género y la asignación de 36 millones de pesos para la población LGBTTTIQ+ para promover la inclusión y prevenir la violencia de género.
Una de las principales acciones del presupuesto es la implementación de un enfoque transversal de género en los programas gubernamentales, lo que implica la integración de la igualdad de género en todas las políticas públicas. Se prevé la creación de un entorno más seguro para las mujeres, con atención integral a la violencia de género y el fortalecimiento de la autonomía económica y laboral de las mujeres. Este enfoque busca garantizar no solo la protección, sino también la participación activa y equitativa de las mujeres en todos los ámbitos.
Además, el presupuesto 2025 busca alinear las políticas estatales con las leyes federales e internacionales en materia de igualdad de género. Para ello, se destinarán recursos para fortalecer la infraestructura normativa y asegurar que las políticas públicas no solo sean inclusivas en su diseño, sino también eficaces en su implementación.
El presupuesto también subraya la importancia de la implementación de programas "género-transformativos", con una asignación que supera los 80 mil millones de pesos. Estos recursos se destinarán a la creación de proyectos concretos que aborden las causas estructurales de la desigualdad de género, como la violencia y la discriminación, y promuevan la participación de las mujeres en la toma de decisiones. Esta es una oportunidad histórica para cambiar de manera profunda las condiciones sociales y económicas de las mujeres en el Estado de México.
Sin embargo, el verdadero desafío radica en garantizar que estos recursos sean gestionados de manera eficiente. La asignación de fondos es solo el primer paso; la clave está en su correcta implementación y en la constante evaluación de su impacto. La sociedad civil juega un papel crucial en exigir resultados tangibles y en monitorear que los recursos realmente lleguen a quienes más lo necesitan. Si se logra implementar este presupuesto de manera efectiva, el Estado de México podría dar un paso decisivo hacia la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres.
No es coincidencia que, por primera vez, tengamos una propuesta presupuestaria de esta magnitud con mujeres al frente del ejecutivo, tanto en la presidencia como en la gubernatura. Las mujeres, fundadas en la congruencia y la sororidad, hemos demostrado que nuestras palabras no son solo discursos vacíos, sino compromisos concretos respaldados por un presupuesto real y transformador. Este es un paso decisivo para garantizar que los recursos se conviertan en acciones efectivas que no solo protejan, sino que empoderen y eleven a las mujeres del Estado de México, mejorando de manera sustancial nuestras condiciones de vida y asegurando una verdadera igualdad de oportunidades.
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