He de confesar que durante este año no me he portado del todo bien. Por ello, no voy a pedir regalos este año, pero escribirles una carta resulta imperativo, queridos Melchor, Gaspar y Baltasar. Así que no quiero desperdiciar el momento y contarles sobre sus equivalentes terrestres.

Hay una discusión muy grande entre quién es el Rey del futbol, muchos dicen que es Pelé, otros que es Maradona, hay quien pone a Johan Cruyff y ahí se abre el debate si es George Best el tercero con ese chiste britanico: “Pelé good, Maradona better, George Best”. Aunque también llegaron a poner al “Mágico” González, Platini, Beckenbauer… y bueno.

No, no se me olvidan los otros dos que Nike y Adidas nos vendieron hasta por debajo de las piedras en los últimos 20 años, pero de ellos les hablaré un poco más adelante, no se me desesperen.

Ustedes nacieron de un mito, queridos Reyes Magos, aparecieron por primera vez como tal en la Basilica di Sant'Apollinare Nuovo en Rávena, Italia. Simbolizaban las tres razas que se conocían hasta entonces: Melchor, a los europeos con su tez blanca; Gaspar, a los asiáticos con su tez amarilla y Baltasar a los africanos con su tez negra.

Con la frase “Yo me equivoqué y pagué, pero la pelota no se mancha” nació otro mito, el del Dios del futbol. Maradona es uno de los reyes del futbol, es cierto que lo vi poco, pero lo leí mucho y ese gol que le mete a Grecia en el Mundial del 94 nadie me lo cuenta, yo lo cuento porque ese festejo hacia la cámara fue para mí que estaba sólo ese día frente al televisor viendo el juego.

Luego vino el debate de quién era más grande, ¿Messi o Cristiano? Y con ello un odio terrible y un matrimonio con una marca porque o eras Adidas o eras Nike, pero no ambas. Los dos son muy buenos, demasiado para su época y si no los disfrutaron fue una lástima porque se perdieron de algo que no volverán a ver en mucho tiempo, ¿quién es mejor? Ambos son una delicia de jugadores, los otros dos reyes magos del futbol.

Ellos tres son los que a mí me impactaron por su magia, su creatividad y, sobre todo, por la alegría que nos dieron sobre el césped, ellos son mis tres Reyes Magos del futbol que tantos regalos me han dado en toda la vida.

P.D. Por supuesto que no me olvido de los brasileros que vi jugar y me maravillaron con su juego bonito: Ronaldinho, Ronaldo y Adriano.

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