El Estado de México, con más de dos siglos de historia, ha sido un protagonista clave en el devenir del país. Sin embargo, rara vez lo valoramos en su justa dimensión. Hoy quiero destacar tres elementos que subrayan su relevancia y por qué debemos sentirnos orgullosos de nuestra entidad.
El primero es su origen. En sus inicios, el Estado de México incluía a la Ciudad de México, pero con el tiempo esta última se separó al convertirse en la sede de los poderes federales. Destaca la figura de Melchor Múzquiz, gobernador provisional en 1824 y luego constitucional. Su liderazgo fue fundamental para sentar las bases del presupuesto estatal y la legislatura constituyente. Todo esto ocurrió en un periodo de incertidumbre política y en medio de los estragos de la Independencia, lo que resalta su trascendencia. En sus primeros años, el estado enfrentó problemas de delimitación territorial con Querétaro y Michoacán hasta adquirir sus fronteras actuales.
El segundo momento clave es el dominio del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó de 1929 a 2023. A pesar de la alternancia política a nivel federal en el año 2000, el PRI mantuvo su hegemonía en el Estado de México, incluso aportando dos presidentes de la República: Adolfo López Mateos y Enrique Peña Nieto. Su legado es ambivalente: garantizó estabilidad y gobernabilidad, pero también propició redes de corrupción y compadrazgo que generaron rezagos en infraestructura, urbanización y seguridad. Durante décadas, la entidad creció demográficamente de 3.5 millones en 1950 a más de 17 millones hoy, generando graves problemas de movilidad y calidad de vida.
El tercer elemento es la evolución de la capital estatal. Texcoco fue elegido inicialmente como sede provisional, pero finalmente Toluca se consolidó como el centro del poder. Resulta paradójico que el grupo político que desbancó al PRI en 2023 provenga de Texcoco y esté encabezado, por primera vez en la historia del estado, por una mujer: Delfina Gómez Álvarez. Su llegada supone grandes retos, pues la entidad enfrenta problemas críticos en materia de seguridad, empleo y combate a la corrupción.
A pesar de recibir uno de los presupuestos más altos del país, con más de 356 mil millones de pesos asignados en 2023, la eficiencia gubernamental sigue siendo una incógnita. Según el Índice de Transparencia y Disponibilidad de la Información Fiscal de los Estados, en 2022 el Estado de México obtuvo una calificación media, por debajo de entidades como Querétaro y Jalisco. Esto es un reflejo de su historia y de las prácticas administrativas arraigadas durante décadas.
No obstante, nuestra entidad está llamada a convertirse en el epicentro del desarrollo económico y tecnológico del país. Su ubicación estratégica y su densidad poblacional lo colocan en una posición privilegiada para convertirse en centro neurálgico del desarrollo tecnológico. Hago votos porque se convierta en una tierra de oportunidades y no de delitos. Feliz cumpleaños Edomex.
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