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Xalatlaco, Méx. Las entrañas del bosque de Xalatlaco se convirtieron en un panteón clandestino, donde integrantes de grupos delincuenciales se acostumbraron a abandonar los cuerpos de mujeres, hombres y niños, la mayoría víctimas de desapariciones forzadas u otros delitos. Sin repercusiones en contra de los responsables, el lugar se volvió un sendero de “muerte”, al que pocos llegan, pues ascender hasta esas laderas implica un riesgo que no es fácil enfrentar, coincidieron familiares que este viernes recorrieron cada centímetro del lugar con la esperanza de localizar un rastro, un pedazo de tela o el olor de un cuerpo que bien podría ser el de un hijo, una hermana o una mamá.
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La mayoría de las familias de los desaparecidos han pasado años buscando una huella que los dirija hacia el último lugar donde pudo estar uno de sus seres queridos, pero la falta de apoyo logístico y de seguridad por parte de las autoridades estatales, ya sea de la Ciudad de México o del Estado de México, complica la tarea, argumentaron algunos de los participantes en el despliegue.
Hasta este lugar llegó el señor Pedro, quien desde hace tres años busca a su hijo Jesús Alejandro Cruz Mondragón, desaparecido en Toluca, quien parece no haber dejado rastro. “Como si hubiera desaparecido, sólo no hay indicios”, lamentó Pedro. Al igual que él, 60 familias se reunieron en la zona boscosa de Xalatlaco para llevar a cabo una búsqueda.
Desde agosto del 2022 a la fecha no tengo ningún rastro de él, lo último que supimos es que se iba a casa, pero nunca llegó, me habló por teléfono y me dijo que iba a ir a comer a casa. Yo me encontraba fuera del estado trabajando y pues me comuniqué con mi esposa para que ella preparara de comer, porque mi hijo iba a ir a comer con ella (...) Nunca llegó mi hijo a casa y pues nos empezamos a preocupar porque nunca supimos de él, marqué por teléfono para saber dónde andaba, pero ya nunca tuve respuesta”.
Pedro
Con una pala en sus manos, su mochila en la espalda y la fotografía de Jesús Alejandro con la leyenda “Hasta Encontrarte” escrita, Pedro comenzó a subir el cerro y apartar toda la maleza con el fin de hallar algo que lo lleve a encontrar a su hijo.
“Nosotros venimos con autoridades, también venimos a búsquedas porque no sabemos realmente dónde están, entonces es una incertidumbre muy larga, una espera muy grande que hemos hecho”, continuó el señor Pedro.
“Pero pues no perdemos la fe que en algún momento nos aporten algún dato en favor de nosotros, todas las familias estamos en lo mismo y cualquier dato que tengamos o nos den nos va a ayudar”, dijo.
Pocas herramientas para las búsquedas
Los hallazgos de cuerpos o restos humanos que se han registrado en la zona boscosa de Xalatlaco han sido superficiales, es decir, entre la maleza o las piedras; ya que no los entierran y por ello las herramientas en este caso solo fueron palas, algunos machetes y las varillas “T” que han aprendido a usar para la búsqueda.
“Las varillas que utilizamos son para hacer pozos de sondeo. Con esta, si hay alguna fosa o algún cuerpo enterrado se pica en el lugar y sale el olor de ahí. Después pasa el binomio canino y logra la detección. Incluso, si hay algo, se queda impregnado en la punta”, detalló el personal de la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de México.
Sin embargo, existen terrenos complicados en donde se necesitan más herramientas, pero los colectivos se enfrentan a las carencias, por lo que llegan a improvisar en la elaboración de varillas en forma de “T” para realizar la búsqueda por cuenta propia.
Binomios: pieza fundamental en la búsqueda de personas
Un binomio canino es una dupla conformada por un humano y un perro. Wendy es una canina adscrita a la Secretaría de Seguridad del Estado de México y fue parte fundamental en este primer día de búsqueda, ya que una vez que las familias localizan algún punto donde pudiera haber restos humanos ella se encarga de analizar el lugar a través de su olfato y comienza con la excavación.
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“El papel que juegan los caninos en estas jornadas es localizar restos de personas desaparecidas. En este caso venimos cuatro elementos por cada [perro], los perros se actualizan en todo momento, pero es importante decir que desde pequeños reciben entrenamientos”, comentó Adrián Rosario, policía tercero de la búsqueda.
Durante estas jornadas, cualquier objeto, desde una botella, plástico o prenda, es fundamental para las familias y para las autoridades. Del análisis de este tipo de objetos, que pudieran pertenecer a la gente desaparecida, depende saber si la persona ya no cuenta con vida.
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