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Jocotitlán, Méx. La tranquilidad de las comunidades de Mavoro y el Ruso, se ha visto alterada por una serie de robos que han afectado a pequeños negocios en la región. Un grupo de supuestos ladrones ha estado operando con un patrón alarmante: rompiendo candados para sustraer dinero en efectivo y mercancía. Las comunidades más afectadas son Mavoro y otras áreas cercanas, donde los comerciantes han decidido tomar cartas en el asunto.
En Mavoro, cuatro establecimientos han sido blanco de estos delitos, incluyendo una miscelánea y una farmacia. Ambos locales cuentan con cámaras de seguridad que han grabado a los delincuentes en acción, lo que ha generado un clima de desconfianza y temor entre los propietarios de negocios.
Nunca pensé que esto podría pasar aquí, es una comunidad muy chica y no habíamos visto tantos robos. Se siente miedo, porque al ver cómo arrasan con lo que con tanto esfuerzo ha construido y todos nos conocemos aquí”, comenta María González, vecina de la zona.
La ola de robos ha llevado a los comerciantes a unirse y organizarse para detectar conductas sospechosas en la zona. “Nos hemos dado cuenta de que la seguridad depende de nosotros mismos. No podemos esperar que las autoridades actúen si no somos proactivos”, asegura Pedro, propietario de un pequeño negocio.
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Esta respuesta comunitaria ha tomado forma a través de grupos de vigilancia que patrullan las calles y monitorean el comportamiento de extraños en la zona.
Además, para disuadir a los ladrones, los comerciantes han colocado mantas en las calles principales que advierten sobre posibles linchamientos. “La desesperación nos ha llevado a hacer esto. Aquí la verdad es que no hay suficiente policía”, agrego Pedro.
Las mantas contienen mensajes como: “¡Mavoro Vigilado! Vecinos Unidos contra la Delincuencia”, lo que refleja el sentido de urgencia y la unión que se ha forjado entre los comerciantes. Además de que señala que habrá consecuencias físicas en contra de quien sea sorprendido.
Las autoridades locales han sido informadas sobre la situación, pero la respuesta ha sido considerada insuficiente por los afectados.
Nos sentimos solos. A veces parece que nuestras denuncias caen en oídos sordos. Necesitamos más patrullajes y un compromiso real por parte de las autoridades, no un curso”
Tras esta situación, el Ayuntamiento de Jocotitlán puso en marcha un programa para capacitar a la población en materia de prevención de delitos. Una medida que fue de baja aceptación por parte de la comunidad afectada. Estas personas informaron que la comunidad vecina de el Ruso, también ya registro dos robos.
Este clima de inseguridad no solo afecta a los dueños de los locales, sino que también repercute en la economía de la zona. Esta comunidad se ubica a un costado de la carretera Panamericana, un sitio de fácil acceso, pero que también pone en desventaja a los ciudadanos y comerciantes.
La situación actual pone de manifiesto, señalan los vecinos, a tomar medidas drásticas para proteger su patrimonio. Además de que exigen una respuesta más efectiva por parte de las autoridades y la importancia de la vigilancia comunitaria como herramienta para recuperar la paz y la seguridad en la región.
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