Toluca, Méx. La detención de 24 funcionarios públicos vinculados con el crimen organizado ha dejado al descubierto una crisis de seguridad sin precedentes en el Estado de México. Esta red de corrupción, que se extendía por varios municipios, ha minado la confianza de los ciudadanos en sus instituciones y ha generado un clima de inseguridad generalizada.
La Operación Enjambre no solo ha desmantelado una estructura criminal, sino que también ha puesto de manifiesto la urgente necesidad de reformar las instituciones de seguridad pública y combatir la impunidad.
Los expertos advierten que la erradicación de la corrupción y la violencia en el Estado de México será un proceso largo y complejo que requerirá de la colaboración de todos los niveles de gobierno y de la sociedad en su conjunto.
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El 22 de noviembre, la FGJEM informó que, en colaboración con la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa), la Secretaría de Marina (Semar), la Guardia Nacional (GN), la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la Fiscalía General de la República (FGR) y la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM), se llevó a cabo el arresto de:
También se contabilizan las capturas de 10 policías municipales de Nicolás Romero: Joel Efren ‘N’, Bernabé Rodolfo ‘N’, Erik Adrián ‘N’, Anallely ‘N’, Jesús Fernando ‘N’, Diego Eduardo ‘N’, David ‘N’, Daniel ‘N’, María Isabel ‘N’ y Alejandro ‘N’.
Cabe destacar que, según informó la FGJEM, el comienzo de la ‘Operación Enjambre’ derivó del hallazgo de los restos de 10 personas que se encontraron dentro de dos fosas clandestinas en Nicolás Romero, cerca de Villa del Carbón, registrado en abril de 2024.
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